LUIS MARÍA
CAZORLA
Almuzara,
2013
Esta novela sitúa la acción en
una etapa histórica y un espacio físico y cultural no muy habituales: 1914-16,
el Protectorado español en Marruecos, mientras comienza la Gran Guerra en
Europa, franceses y alemanes pululando e intrigando por tierras marroquíes.
Conocemos más el ambiente por las películas como Casablanca (1942) o Morocco
(1930), pero pertenecen al ámbito
francés. De la zona que cubrían los españoles apenas hay narraciones. Rosita
Forbes, una aventurera norteamericana visitó al Raisuni en sus últimos años, y
publicó un libro en el que habla de él y cuenta algo del famoso incidente Perdicaris, en 1904, en el
que El Raisuni, jerife y medio pirata medio Robin Hood magrebí, raptó a la familia de un diplomático
norteamericano, como medio de presión para conseguir sus fines. Se filmó una
película sobre ese tema, El viento y el
león (1975), con Sean Connery en el papel de un Raisuni rejuvenecido y muy
favorecido.
El autor ya había publicado con anterioridad La ciudad del Lucus, novela donde recreaba el mundo político, económico y militar de Larache y el Protectorado occidental, y donde aparecen algunos de los personajes de la presente historia. Y digo historia porque aunque la forma sea novelada, el principal centro de atención es la propia historia del Protectorado español en Marruecos, desarrollando toda la trama alrededor de los sucesos acaecidos en esos primeros años de la Gran Guerra.
Comienza la acción en 1914, antes
de que estallara la Gran Guerra europea. Además de perfilar la situación
político-militar que se vivía en aquellos años, el autor, nacido en Larache y
buen conocedor del espacio y de sus gentes, presenta a uno de los personajes
que jugarán un papel importantísimo en la historia reciente: el general Manuel
Silvestre, controvertido y venal, en permanente lucha contra el jerife marroquí
El Raisuni, de carácter esquivo y gran movilidad política y física, que
dominaba las cabilas y mantenía la tensión constante en la zona.
La narración se asemeja a una
partida de ajedrez, donde los peones se van desplazando, ocupando distintas
casillas, y hasta el último momento no se sabe quién va a ganar. A pesar del
título, son varias las líneas de acción y varios los protagonistas que ocupan
un puesto relevante, podríamos decir que uno de los principales es el teniente
Carlos Pozo, un guardia civil destinado en Larache en misión
de «enlace con la alta comisaría en asuntos policiales y gubernativos». Junto
a él, la figura imponente del general Silvestre, imprescindible para conocer la
problemática del momento y lugar; su amante Meriam, el comerciante Robi y su
mujer Amparo, el marroquí Sintal, el diplomático Zugasti, el alto comisario general
Marina, y unos cuantos más, que constituyen entre todos una novela coral,
llevando la voz cantante Pozo y Silvestre. Y como telón de fondo, El Raisuni,
al que apenas vemos actuar, pero siempre figura en todas las conversaciones y justifica
la trama del libro.
Hemos comentado que hay varias
líneas de acción en la novela: una es la lucha del general Silvestre y sus manolos (seguidores acérrimos militares),
partidarios de la acción militar, contraponiéndose a los intentos pacificadores
y pactistas del teniente general Marina y del gobierno de Dato; otra es el clima de inquietud creado en
Larache por una serie de asesinatos de desconocida autoría, así como un
continuo malestar entre los civiles (marroquíes, españoles y judíos) por las
intrusiones fraudulentas de algunos militares en el comercio local, para lo
cual, entre otras cosas, es enviado el teniente Pozo. La tercera sería el
intento de las logias masónicas de establecerse en la parte del Protectorado
que aún no dominan: Larache y Asilah, y en ese tema intervienen las
asociaciones hebreas. Aunque hay una trama de ficción y algunos personajes
inventados, la acción se ajusta a la historia real, a los hechos principales,
como bien explica el autor en un capítulo final. Acompañan fotografías de los
principales personajes reales y de la zona, mapas, y un glosario de términos
marroquíes usados en la narración.
El estilo de Cazorla es bastante
ágil y ameno, no se demora en demasiadas profundidades psicológicas, moviendo a
los personajes cuando le conviene y abandonándolos luego cuando no interesan
para el seguimiento de los hechos. La trama literaria está en función de los
hechos reales, es decir, la novelación de los hechos históricos completada por
elementos de ficción. Aunque aporta información política y militar, no lo hace
en modo alguno farragoso, aunque se demora un tanto en el comienzo al trazar el
marco de la escena. Y al principio no sabemos muy bien quién es el protagonista
al que hay que seguir. Queda diluido el protagonismo, si bien a lo largo de la
novela vamos descubriendo los distintos niveles de intervención; también se
echa en falta una profundización mayor en algunos de los personajes centrales.
Es decir, que lo que prima en la narración es los hechos y el enfoque con que
el autor los explica o justifica. De todas formas, es de lectura atractiva, por
lo poco tratado del tema.
Las múltiples intrigas entre
alemanes y franceses con el telón de fondo de la Guerra mundial; entre las
cabilas pro españolas y las favorables al Raisuni; el trasvase de información
por las vías más insospechadas,
construyendo una trama enmarañada y peligrosa; algunas historias de amor
y pasión, añadiendo leña al fuego… Todo ello, pues, conforma un conjunto
atractivo, que Cazorla nos va desgranando, haciéndonos transitar por las
oscuras callejuelas de la medina, sentir el fuerte viento marino, sorber el
dulce té moruno, y en suma, movernos a nuestro aire por las tierras marroquíes
que en aquellos años también eran españolas.
Luis María Cazorla (Larache, 1950) es catedrático de
Derecho Financiero y Tributario de la Universidad Rey Juan Carlos. Autor de más
de veintidós libros jurídicos y sociológicos, también lo es de los libros de
relatos El proyecto de ley y once relatos
más y Cuatro historias imposibles,
y de la novela Ni contigo ni sin ti.
Fue Finalista del Premio Internacional de Novela «Javier Tomeo» en 2007, con su
novela Cerca del límite. Hijo de
larachense y nacido también en Larache, es un profundo conocedor de Marruecos y
su entorno social y cultural.
Ariodante