REINOS DE OTRO MUNDO
JOSE VTE. PASCUAL
REINOS DE OTRO MUNDO
JOSE VTE. PASCUAL
AUTOEDICIÓN AMAZON / KOBO 2021
Compleja y contundente novela que no quiero calificar de histórica, sino más bien de épica y legendaria, cuyo comienzo remite a una anterior novela del mismo autor, Interregno (Ed. B, 2015), en la que los elementos históricos se funden con los mágicos y legendarios. Como su título indica, los reinos de los que se habla en esta narración, son de otro mundo. Pero un mundo que podemos reconocer, porque tiene mucho de este en el que vivimos. Ya lo advirtió Paul Eluard: «hay otros mundos, pero están en éste». La imaginación puede crear mundos irreales… combinando elementos reales. Y esto es lo que sucede con esta obra. Hay en ella, además de Cunqueiro, otros ecos literarios que se irán descubriendo en la lectura, ecos de novelas de caballerías, flashes quijotescos, picaresca, todo ello dentro del depurado estilo de J.V. Pascual, que reúne una magnífica elocución con una retranca latente y a veces claramente manifiesta, junto a una imaginación desbordante y una buena dosis de simbolismos.
La novela se divide en dos partes claramente diferenciadas: el Libro primero, titulado «En pie sobre las ruinas» es el que enlaza directamente con la anterior novela Interregno y se divide a su vez en tres partes. El espacio-tiempo histórico es el mismo, y los países o ciudades que se citan son en parte históricos tambien (los godos, los hunos, Teodorico, Atila, Roma, Lutecia, Aquitania.)… Algunos de los personajes provienen de esa anterior novela, como unos viejos Balbino e Hildebrando, el enano Genebrando, los jóvenes Marcio e Irmina (ya crecidos) aunque aparecen otros nuevos, como el propio narrador de la historia, Conrado, que narra en primera persona. Conrado es un joven guerrero, al servicio de Balbino, e instruido por él en el arte de la guerra. Otro personaje nuevo y que tendrá cierta conexión con el tema de la segunda parte es Ella-Sin-Nombre, misteriosa dama, con aura mágica, que aparecerá cerca del poblado Osos Ciegos, a donde llegan los cuatro protagonistas huyendo de Horcados Negros y los nómadas que lo invaden. En este poblado Marcio e Irmina se constituirán en sus gobernantes, cumpliendo su destino. Nuevos personajes son también los caballeros bizantinos Kosmas y Teódulo. Junto a ellos organizarán la defensa del poblado ante lo que parece una nueva y terrible invasión: «Son legión, multitud, muchas partidas en las que se juntan miles de guerreros. No sabemos de dónde han salido, dónde su tribu, su país de origen... Ninguna estirpe que conozcamos, ningún clan o alianza de los que lucharon junto a nosotros o contra nosotros, forma parte de los ejércitos del Conquistador».
El Libro segundo se titula «Las Nueve Hogueras» y asimismo se subdivide en tres partes. En efecto, este sí es otro mundo, y el autor se vale de otra fórmula que no es el recuento personal: lo que se cuenta proviene del archivo real de un imaginario reino, Dôgud, del cual se rescatan ciertas Actas Extraviadas y las Crónicas del Reinado Feliz. Tal reino se encuentra en un territorio denominado con el impronunciable nombre de Izmra, ocupado también por otros dos reinos: Váraq y Decca Sarayi. El espacio-tiempo es indefinido, podría ser una alta Edad Media, podría ser una Europa con unos reinos de extraños nombres y fronteras indefinidas, que recuerdan los reinos medievales, si bien no reconocerá el lector ninguno: Glavom, Bornegie, Aquiterra, la Ciudad Dorada, Ceteria, etc. Y todos ellos entrarán en una especie de guerra mundial, un conflicto colectivo que retumbará hasta en Oriente despertando de su letargo milenario al inmenso ejército del Conquistador.
Áderv y Ducas, dos jóvenes aspirantes a Guardianes la Corona del reino-sin-rey de las Nueve Hogueras inician la historia y la seguirán protagonizando hasta el final. Su jefe, Dorghen, los embarcará en las naves que les llevarán al país de Dôgud. Su misión: proteger al rey Nabrus, cuyo proyecto de matrimoniar a Everica, reina del vecino Váraq parece conflictivo, puesto que habrán de enfrentarse al reino Decca Sayayi. La futura esposa, Everica, es un personaje de gran fuerza, cuyo plan es proclamarse reina de todo el territorio de Izmra, venciendo a sus enemigos de dentro y fuera del país. Y promover el descubrimiento de nuevas tierras que le reporten grandes riquezas.
La narración principal está trufada de digresiones, contando la historia de los reinos en litigio y de sus ancestros, para explicar cómo llega al trono Everica y como surgen las luchas internas. Así, encontramos la historia de Selentio, padre de Everica, la de Fruszina, (una especie de nueva Juana de Arco), la de Elicia, ama de las fraguas reales y forjadora del Caballero Fraguado, personaje múltiple que recorre toda la narración, con un toque de humor negro y de Vengador. También hay un personaje muy curioso, Felíbulo, navegante empeñado en descubrir tierras más allá del mar conocido (¿no se percibe cierto aire genovés?) y por cierto, esa es una de las misiones encomendadas por la reina Everica: descubrir un nuevo mundo navegando por Occidente. Todo esto nos suena. Pero no nos equivoquemos: es ficción.
En general, el papel de las mujeres en esta narración es el de dirigentes, el de los hombres es el de los dirigidos, con diversos matices: incluido el «atildado y florido» rey Nabrus, los generales, jefes civiles y militares: el brutal Zlatko, el pederasta Boldiszar, el fedatario Hooter, Devinio, comandante de la flota junto a Felíbulo; Ashkan Nouri es el débil Primogénito de Decca Sarayi, casado con su hermana, la dulce pero luego enérgica Derya; su hermanastro Carebdir, encerrado en la Mansión Tapiada; Mirza Shorab, el perezoso rey de la Ciudad Dorada y supremo Comendador de la Fe, que no se decide a moverse hasta que la amenaza de la Luna Roja se instala ante sus murallas. Hay otros personajes interesantes por el misterio que les rodea: los que rigen los destinos de Ceteria: Freda, personaje incierto, y El Centinela, que, al igual que El Conquistador, no muestran claramente su faz, sino que se mueven en la sombra, son legendarios señores del Tiempo y del Futuro.
La narración, pues, no sigue un trazo rectilíneo, sino que va fluyendo por recorridos sinuosos, siguiendo a uno u otro personaje, en su trayectoria y aventuras, como un gran río que al acercarse lentamente al mar conforma un delta lleno de caños. Las descripciones de las luchas y las batallas son múltiples, muy detalladas, dando un tono de realismo y verosimilitud, con dosis de fuerte violencia como en la batalla del desfiladero de Savurmak y la conquista de Yanmisqoi que les da paso a la Ciudad del Alba. Los relatos del viaje por mar tienen un comienzo realista que acaba sumergido en un terreno brumoso, legendario y mágico.
Cuando entra la narración en su fase final, y surge el reino oriental de la Luna Roja, con un jefe (kan) al que llaman Ordogei el Conquistador, desaparece el protagonismo femenino. «Yo nací el mismo día en que Ella, la Sin Nombre, desapareció para siempre. Me llamaron Conquistador quienes no eran siquiera capaces de ponerse nombre a sí mismos». «No se trata de invadir Occidente, de la guerra y la conquista, sino de la pugna entre el caos y el orden del mundo y de cuantas cosas hay en el mundo», les había dicho el Único, en sus estancias privadas del palacio imperial de Dusa.
En suma, es esta una narración que atrapa, y aunque en algunos momentos el lector debe esforzarse por no perderse por las ramas de tan frondoso árbol narrativo, poco a poco irá obteniendo una visión más general y comprendiendo hacia donde fluye el río. Disfrute garantizado.
Fuensanta Niñirola
Escritor español, José Vicente Pascual ( Madrid 1956) ha ganado premios tan importantes como el Azorín en 1989 o el Café Gijón en 1993.Ha colaborado con distintos medios escritos, como el diario Ideal o La opinión de Granada. Actualmente forma parte del equipo de redacción de la revista digital El Manifiesto.