W. SOMERSET MAUGHAM
Sexto Piso, 2006
Novela de tintes conradianos, no sólo por
estar ambientada en los mares del sur, sino por los perfiles que muestran sus
personajes, la trama que incluye un
cierto misterio y los ambientes reflejados, que inducen a una cierta lasitud
física y moral.
El doctor Saunders será el narrador. Un
maduro y amoral médico, que vive desde hace quince años en Fu-chou (China),
especializado en tratamiento oftalmológico y con una cierta reputación entre
los chinos, viaja a Takana, isla del archipiélago malayo, desde donde lo ha
requerido un potentado chino, Kim Ching, afectado de progresiva ceguera.
En la isla, entra en contacto con dos forasteros,
europeos que desembarcan de un lugre (pequeño velero de tres palos): el capitán
Nichols, de edad indefinida y de aspecto algo zorruno, y Fred Blake, un joven australiano de buena
planta aunque muy nervioso, receloso e
inquieto.
Saunders, que hubiera debido pasar tres
semanas en aquella isla una vez finalizado el
tratamiento de su paciente, piensa en aprovechar el lugre de estos
forasteros para salir de la isla donde no tiene nada que hacer -salvo fumar opio- y desplazarse a Java o
alguna otra isla más frecuentada por barcos que le puedan devolver a Fu-chou
más pronto. La idea de quedarse por más tiempo en donde estaba, sin nada qué
hacer, le resultaba, de pronto, intolerable.
Aquí surge la primera discrepancia:
mientras que Nichols le acepta como pasajero, Blake se niega en redondo.
Finalmente el capitán se impone y parten con el doctor y su criado Ah Kay a
bordo, pero con la reticencia del joven australiano, que parece rehuir todo
contacto humano.
El doctor deduce que el joven huye de algo,
algo que le atormenta y que solo al final de la narración conocerá el lector.
Mientras tanto, el trayecto en el barco se hace duro para un hombre de tierra
adentro. Sufren un vendaval que está a punto de mandarles a pique, pero en esa
circunstancia, el capitán Nichols demuestra todo su conocimiento de la
navegación. Recalarán tras la tormenta en una isla paradisíaca, Kanda-Meria, donde
encuentran a otros europeos. Todos guardan algún secreto, alguna culpa que no
desean mostrar y que les reconcome el ánimo. Este es el “toque Conrad”.
Saunders, aficionado a proporcionarse la
tranquilidad con unas pipas de opio, es un hombre tranquilo, que lo único que
desea es observar y descansar: “el doctor, deliciosamente en paz, examinó el
enigma de la existencia. Su cuerpo descansaba en la larga silla tan cómodamente
que no tenía conciencia de éste más que en tanto una oscura sensación de
bienestar se sumaba a su alivio espiritual. Ante esta condición de libertad su
alma podía mirar su carne con la afectiva tolerancia con la que se podría mirar
a un amigo que aburre pero cuyo amor se agradece. Su mente estaba
extraordinariamente alerta, pero en su actividad no había inquietud ni
ansiedad; se movía con una afirmación de poderío, como podría imaginarse se
mueve un gran físico entre sus símbolos, y su lucidez poseía el absoluto placer
de la belleza pura.”
Nichols “era un hombre que veía la dosis
cotidiana de vida honesta como una aburrida nimiedad. Necesitaba un toque de
bribonería para contrarrestar la depresión que su dispepsia le ocasionaba. Su
sangre fluía más, se sentía más sano, su vitalidad se elevaba cuando sus dedos
se sumergían en el crimen. La cautela que requería para protegerse del peligro
alejaba su mente de los procesos de su lamentable digestión. ” Y cuando el
capitán encuentra a Saunders y éste le propone viajar juntos, el marino ve
cielo abierto para su dolencia digestiva.
Finalmente el doctor decide desembarcar en
Kanda-Meria, donde la Real Compañía Holandesa de Navegación atracaba
regularmente. Allí conocen a un agradable joven danés, Erik Christessen que se
ofrece a ayudarles y servir de guía y traductor. Blake y Christessen simpatizan
inmediatamente. Además de enseñarles la isla,
les presenta a un hacendado local, Frith, un británico afincado allí
desde hace años, donde vive con su suegro, Swan, y su hija, Louise. Tienen una
plantación de nuez moscada y clavo.
Frith es un personaje muy peculiar, que
vive en su propia torre de marfil, mientras su suegro y su hija se ocupan de la
plantación, él traduce Os Lusiadas de
Camôes, y también intenta escribir un libro sobre yoga. Después de mucho tiempo
sin ver occidentales, surgen inmediatamente lazos entre todos, principalmente
entre los jóvenes. Louise y Fred se
sienten atraídos inevitablemente. Y a su vez, Erik y Fred desarrollan fuertes
lazos amistosos. Entre Erik y Louise hay un acuerdo desde hace años para
casarse. No están oficialmente prometidos, pero se da por supuesto que eso es
lo que ocurrirá. A partir de aquí, las cosas suceden de modo contrario a lo
esperado y el comportamiento de algunos personajes cambia radicalmente.
William
Somerset Maugham (París,1874-Niza,1965) fue un
escritor británico, autor de novelas, ensayos, cuentos y obras de teatro.
Durante la década de 1930 fue considerado el escritor más popular y mejor
pagado del mundo. A lo largo de 60 años escribió más de 100 relatos y 21
novelas, además de gran número de piezas teatrales, biografías, libros de
viajes y ensayos.
Fuensanta Niñirola