SABOTAJE
JAVIER PÉREZ REVERTE
Alfraguara, 2018
Tercera aventura de Lorenzo Falcó, cuyas aventuras pueden seguirse en dos novelas anteriores, Falcó, y Eva. El protagonista, un conflictivo y políticamente incorrecto mercenario, ex traficante de armas, además de otras muchas actividades poco convencionales, ahora miembro del SNIO (Servicio Nacional de Información y Operaciones) dirigido como el resto de servicios de inteligencia por Nicolás Franco, en la trastienda del cuartel general del Caudillo, a la sazón en Salamanca.
Lorenzo Falcó es un tipo duro, un personaje que no duda en matar cuando ha de hacerlo; matar a sangre fría, es su trabajo. Escrupuloso, mujeriego, como es de rigor en el género, con sus tics y sus modos de funcionar, a base de cafiaspirinas y alcohol.
En esta ocasión la acción, con una breve introducción o preámbulo en el país vasco francés y en San Sebastián, se traslada a París, donde Falcó es destinado por su jefe, el Almirante, para una operación de sabotaje en el mundo artístico, con trasfondo político, obviamente. Una operación pergeñada por el SNIO junto a otro almirante, muy aficionado a moverse por España en esos años: Canaris, jefe de la Abwehr. Año 1937, la guerra española continúa.
Falcó deberá presentarse en París adoptando otra personalidad y nombre, para hacerse pasar por un ficticio potentado habanero, forrado de billetes, coleccionista de arte, con lo que se acercará a uno de los dos objetivos: el activista y promotor francés Leo Bayard, junto a su pareja, la fotógrafa británica Eddie Mayo. El otro objetivo es Picasso; el artista español afincado en París había sido comisionado para representar con un cuadro a España en la Exposición Internacional de Artes y Técnicas.
Leo Bayard se mueve en ambientes artísticos, pero es un prestigioso activista cultural y político de izquierdas, que ha organizado milicias republicanas y participado en la guerra española, si bien ahora vivía en Francia dando conferencias y preparando una película sobre España. El SNIO quiere neutralizarlo…como quiere evitar que Picasso represente felizmente a la República Española en la Exposición.
Falcó asume su papel de Ignacio Gazán, alternando con los Bayard/ Mayo, visitando a Picasso mientras este pinta el Guernica, mientras mantiene diversas –y muy tórridas–relaciones con varias damas: unas americanas que conoce en en tren Hendaya-París, así como una antigua amiga María Onitsha, cantante en Berlín, que vuelve a encontrar en la capital francesa.
Encontramos en el texto algunos personajes con nombres ficticios pero que encarnan a personajes reales, rememorando cuando París era una fiesta…antes de la debacle. Por ejemplo, Gatewood encarna a Hemingway, y Nelly Mindelheim a Peggy Guggenheim. Del mismo modo desfilan algunos personajes reales, como Marlene Dietrich o el propio Picasso. Y el autor nos sumerge en la vida parisina de los años 30, con sus cafés, cabarets, la sugerente vida nocturna, la mezcla del mundo intelectual y artístico y la de los bajos fondos, la belleza y la brutalidad bestial. Los servicios de inteligencia rusos, alemanes, británicos y por supuesto, los españoles de los dos bandos del conflicto hormiguean en la ciudad, junto a los grupos nazis como La Cagoule y Falcó, bajo su disfraz, ha de sortearlos, aunque a veces no pueda evitar tener algun mal encuentro con ellos.
Una novela, en suma, de lectura apasionante, cuya intriga y suspense se sigue con gran interés.
Fuensanta Niñirola