IRÈNE NEMIROVSKY
Ed. Salamandra, 2014
Esta novela, que abarca una saga familiar
francesa, los Hardelot, desde principios de siglo hasta la II Guerra Mundial,
fue publicada por entregas en el semanario Gringoire
entre abril y junio de 1941 bajo el epígrafe «Obra inédita de una mujer joven»
para eludir la prohibición de trabajar que el gobierno de Vichy imponía a los
judíos, esta novela se editaría en 1947, cinco años después de la muerte de su
autora, en el campo de concentración de Auschwitz.
La vida provinciana de unas familias de
burguesía media-alta, sus costumbres sociales, se ve rota dinamitada por las
dos grandes guerras, produciendo una terrible distorsión en sus proyectos,
ambiciones, deseos y costumbres.
Hijo de los propietarios de una importante
fábrica de papel desde hace generaciones, el joven Pierre Hardelot contraviene
los deseos de sus padres renunciando a su compromiso de boda con Simone
Renaudin, la rica heredera que han escogido para él. Toda la vida posterior a esa decisión, las
dos familias, Hardelot y Florent se verán entrecruzadas con los Renaudin, a
veces por odios y resquemores, otras por necesidad y otras por amistad y amor: “Altos, gruesos, fuertes y rubicundos,
se parecían unos a otros, pues se habían unido en matrimonio durante
generaciones.”


Los años pasan y los Hardelot tienen dos
hijos, Guy y Colette. Los problemas económicos aumentan y el dinero de la
familia se evapora, con la crisis galopante. Guy tendrá graves problemas
derivados de una pasión amorosa y solo el apoyo total de sus padres le salvará
del desastre. Pierre y Agnés ven en parte reproducida su vida en la de sus hijos.
A Guy le tocará la movilización de la segunda gran guerra. Y el pueblo volverá
a ser arrasado, pero quien quedará al pie del cañón, esta vez será Pierre.
En suma, una narración que preludia la de
la inacabada “Suite Francesa”, también publicada póstumamente. Las escenas de
los atascos en las carreteras llenas de refugiados, huyendo de los bombardeos,
tanto en una como en otra guerra, serán reproducidas más tarde en la que será
la obra principal de la autora ucraniano-francesa. La terrible indefensión en
que se veían las gentes, la desinformación, el caos de la huida, la
desmembración de las familias, sin saber qué había sido de unos y otros…Todo
esto la Nemirovsky lo conocía bien.
Fuensanta Niñirola