NACIDAS
PARA REINAR
LOLA
GAVARRÓN
Temas de
hoy, 1997
Este es un ensayo biográfico centrado en las
vidas de doce reinas españolas, reinas consortes, cuyo punto en común es doble:
origen extranjero y matrimonio como asunto de Estado, que por otra parte era lo
habitual. Procedentes de países con los que España deseaba una alianza, ésta se
resolvía matrimoniando a príncipes o a reyes con princesas extranjeras. Así,
portuguesas, austriacas, francesas e italianas, a partir del emperador Carlos,
hasta Alfonso XIII, comparecen en cada capítulo de este libro, donde no sólo se
nos cuenta, de modo ameno y elegante, las circunstancias que rodearon el enlace
real, sino que también seremos informados del contexto histórico, y muchos
detalles curiosos y domésticos que ponen color y cercanía a estas damas. Color
y valor, porque ciertamente necesitaron de un temple muy especial para cumplir
su función, principalmente reproductora, aunque en algunos casos su influencia
e importancia aumentó por tener que realizar también el papel de regente o
sustituir al rey en tareas de gobierno, por ausencia real. Pienso, por ejemplo,
en el caso de Carlos V e Isabel de Portugal, o el la larga regencia de María
Cristina de Habsburgo-Lorena.
Acompañado cada texto con una ilustración
donde podemos apreciar las facciones y apariencia de cada una de las reinas
citadas, los capítulos se van enlazando porque tanto los Austrias como los Borbones
fueron dinastías endogámicas, y de nombres repetitivos, con lo que a veces
resulta algo complicado entender el
parentesco. Varias Isabeles, Marianas,
Mariacristinas, Marialuisas, transitan por estas páginas con sus
complicados vestidos y peinados, mirándonos desde sus retratos donde permanecen
inmortales, a veces con tristeza, a veces con tranquila complacencia, pero
siempre con gran dignidad. Habían sido educadas para ese papel: eran moneda de
cambio, tratados internacionales hechos carne, preparadas para proporcionar
herederos a las monarquías reinantes.
Pero estas reinas, eran, al fin y al cabo,
mujeres. Y a pesar de que su educación las preparaba desde la más tierna
infancia para afrontar dificultades, incomodidades, humillaciones y malquerencias,
supieron salir adelante e incluso a veces enamorarse de sus consortes, que no
siempre correspondieron a su amor ni valoraron el sacrificio que suponía para
esas mujeres, en muchas ocasiones casi niñas, púberes o no, que se veían
obligadas a compartir su cuerpo con hombres que podrían ser sus padres o
incluso ¡sus abuelos! Y habían de abandonar ilusiones, emociones, deseos, para
supeditarlos a la función principal, que era la gestación de un heredero al
trono. Dramático papel, muchas veces, como en el caso de María Luisa de
Orleans, esposa de Carlos II el hechizado.
Quizá la más bonita historia de amor fuera la del emperador Carlos y su única y
muy amada esposa, Isabel de Portugal. Porque si bien fue un matrimonio de
Estado, nada más conocerse los cónyuges sintieron una inmensa pasión el uno por
el otro, siendo los días más felices del emperador los pasado en Granada con
Isabel, recién casados. Además de bella y apasionada, Isabel fue una magnífica
administradora del reino, en las frecuentes ausencias europeas del beligerante
Carlos. Y cumplió con creces su función reproductora: cinco hijos y dos
abortos, el último de ellos la llevó a la muerte, dejando desolado a su regio
esposo, que no volvió a desposarse…aunque tuviera sus desahogos, fruto de los
cuales nació Don Juan de Austria.
Lola Gavarrón no sólo cuenta la vida de estas
reinas, sino que entrelaza la narración con otros personajes contemporáneos a
ellas, que tuvieron influencia o marcaron visiblemente el ambiente de la corte española, la vida cultural y
artística, las costumbres, las modas, además de las intrigas políticas. El
cambio dinástico, de los Austrias a los Borbones, se muestra por nuevos usos y
costumbres, además de las modas y el talante, como por ejemplo, algo tan
importante como el embarazo y sobre todo el alumbramiento de nuevos vástagos
cambia radicalmente al introducirse la figura del ginecólogo, ya que hasta el
momento, no se permitían médicos en el alumbramiento, sólo las comadronas, que
a veces habían de trabajar en la semioscuridad debido al pudor de las reinas
parturientas. Porque, eso sí, siempre había algún hombre discretamente situado
en el dormitorio real: testigos de que realmente ocurría un parto y el
resultado de ello era tal que no se pudiera cambiar o enmascarar. Porque
también se daban casos de fingimiento de embarazo, comprensiblemente en las
desgraciadas esposas de Carlos II, María Luisa de Orleans y Mariana de
Neoburgo.
La llegada de los Borbones implica otra
novedad: la aparición de las princesas italianas, como la dulce María Luisa
Gabriela de Saboya y la imponente Isabel de Farnesio, ambas esposas
consecutivas de Felipe V. Y con las italianas llegan nuevas modas y modos, la
austera corte española empieza lentamente a evolucionar, se acometen reformas
estéticas de las ciudades, sobre todo Madrid, se importan artistas y músicos
italianos, en suma, la anquilosada maquinaria comienza a funcionar.
En los últimos capítulos se produce el
cambio hacia el Romanticismo, en el XIX, y también las costumbres introducen
novedades en el interior de las mansiones reales.
En suma, un libro muy ameno y de gran
interés, no tanto historiográfico como humano, ya que accedemos a la intimidad
de unos personajes rodeados de gran protocolo y rígidas formalidades, a cuyos
sentimientos llegamos a tener un cierto acceso con esta lectura.
Lola Gavarrón (Tetuán, 1951), es periodista y escritora. De su primera formación
universitaria como geógrafa -materia en la que es doctora- descubrió que el
cuerpo humano es un paisaje y que como tal puede ser transformado por la
indumentaria y el maquillaje. Con esta perspectiva humanística de la Moda y la
Belleza como otro lenguaje tanto más poderoso cuanto que mudo, afronta sus
colaboraciones en medios españoles e internacionales. También para sus clases
en diversos masters sobre periodismo
de Moda y Belleza como el del ISEM de Madrid. Es autora de los libros Piel de ángel (1982), Mil caras tiene la moda (1983), La mística de la moda (finalista Premio
Anagrama Ensayo 1989) y la presente Nacidas
para reinar (1992). Ha escrito también una biografía sobre Ana de Pombo, por
ahora inédita.
Fuensanta Niñirola
Nov.
2015