CUENTOS DE INQUIETUD
Valdemar, Avatares, 2002
ENTRE MAREAS
Ed. Espuela de plata, 2014
JOSEPH CONRAD
“El mar nunca cambia, y sus trabajos permanecen como un misterio ajeno al parloteo de los hombres.” J.Conrad.
“El mar nunca cambia, y sus trabajos permanecen como un misterio ajeno al parloteo de los hombres.” J.Conrad.
Los relatos que aquí se trata de reseñar están comprendidos en dos volúmenes, Cuentos de inquietud, y Entre mareas. Lo primero que hay que aclarar es que el agrupamiento de los relatos bajo esos títulos corresponde al propio Conrad. Y que, además, está hecho con mucho acierto. Entre mareas comprende cuatro historias de mar, en el mar, alrededor del mar y del mundo marinero. Cuentos de inquietud, lo componen cinco narraciones cuyo nexo es precisamente el desasosiego, la zozobra que se crea en el lector al introducirse en ellos.
Mi valoración es que los agrupados en el volumen de tema marítimo son de una mayor calidad, pero también en el otro agrupamiento encontramos excelentes narraciones, si bien ha influido desfavorablemente la traducción, en mi opinión bastante fallida, ya que el ordenamiento de las frases literalmente, le da un formalismo absurdo, en muchos casos, y en otros, parece castellano viejo o poético, lo que no viene a cuento en este tipo de narración.
El propio Conrad nos enumera en su prólogo el orden en que fueron escritos los textos, orden distinto al que se nos propone.
Comencemos por Cuentos de inquietud:
La laguna, que figura la última, es el primer cuento que escribió, justo después de Almayer y Un vagabundo de las islas, a las que les debe mucho. Es muy emotiva y la historia guarda muchas remembranzas de las dos anteriores. Pone punto final a su etapa malaya.
Una avanzadilla del progreso, según Conrad, es “la parte más liviana del botín que del Africa Central me traje conmigo, botín cuya porción principal es, desde luego, El corazón de las tinieblas.” Y ciertamente es una narración muy angustiosa.
Los idiotas es, en mi opinión, la historia más floja, de hecho él no le da mucha importancia. Es una historia penosa y triste, según él, basada en algo real.
Karain: un recuerdo, fue empezada tres días después de acabar con El negro del Narcissus, aún guardando Malasia en su recuerdo, y la escribió simultáneamente –la única vez que lo hizo- con El regreso; ésta última es completamente diferente a todas, y él mismo no la considera muy bien. Yo creo que es de una tensión dramática muy fuerte, y de una percepción psicológica muy aguda. Es el momento en que se rompe un matrimonio, un matrimonio decimonónico, un matrimonio de conveniencias y sin amor. Aunque según Conrad, “consiste primordialmente en impresiones físicas”. Pero apliquemos la propia opinión de Conrad sobre la tarea del escritor: “primeramente realiza uno obra, y luego teoriza sobre ella. Es ocupación muy entretenida y egocéntrica, de ninguna utilidad para nadie, y, a buen seguro, conducente a erróneas conclusiones.”
Entre mareas contiene dos narraciones inéditas en España desde 1931, según figura en la contracubierta: El hacendado de Malata y Por culpa de los dólares. La primera es, en mi opinión, francamente buena. Nos trae al recuerdo de Salvamento, sobre todo por la relación de los dos personajes centrales y la tensión pasional y erótica entre ellos. La segunda, tiene un cierto parecido a Con la soga al cuello, también hay momentos de suma tensión. Y los personajes son típicamente conradianos.
El socio tiene también mucho interés, y La posada de las dos brujas podría haberse agrupado también a los Cuentos de inquietud, ya que incluso hay elementos digamos algo “inquietantes” en el sentido de paranormales.
En resumen: dos buenas compilaciones de relatos de un gran maestro de la literatura. Es en el relato corto donde se juega el prestigio un escritor. Porque una novela, de mayor longitud, siempre puede tener altibajos pero consigue finalmente salir adelante. Pero una narración corta ha de leerse de un tirón y debe ser igualmente atractiva y atrayente.
Quiero citar al propio Conrad cuando habla de su trabajo: “la labor que trato de realizar es, por el poder de la palabra escrita, hacer que ustedes oigan, hacer que ustedes sientan...es, ante todo, hacer que ustedes vean. Nada más que eso; y eso lo es todo.” Y yo creo que lo consigue a la perfección.
Fuensanta Niñirola
Mi valoración es que los agrupados en el volumen de tema marítimo son de una mayor calidad, pero también en el otro agrupamiento encontramos excelentes narraciones, si bien ha influido desfavorablemente la traducción, en mi opinión bastante fallida, ya que el ordenamiento de las frases literalmente, le da un formalismo absurdo, en muchos casos, y en otros, parece castellano viejo o poético, lo que no viene a cuento en este tipo de narración.
El propio Conrad nos enumera en su prólogo el orden en que fueron escritos los textos, orden distinto al que se nos propone.
Comencemos por Cuentos de inquietud:
La laguna, que figura la última, es el primer cuento que escribió, justo después de Almayer y Un vagabundo de las islas, a las que les debe mucho. Es muy emotiva y la historia guarda muchas remembranzas de las dos anteriores. Pone punto final a su etapa malaya.
Una avanzadilla del progreso, según Conrad, es “la parte más liviana del botín que del Africa Central me traje conmigo, botín cuya porción principal es, desde luego, El corazón de las tinieblas.” Y ciertamente es una narración muy angustiosa.
Los idiotas es, en mi opinión, la historia más floja, de hecho él no le da mucha importancia. Es una historia penosa y triste, según él, basada en algo real.
Karain: un recuerdo, fue empezada tres días después de acabar con El negro del Narcissus, aún guardando Malasia en su recuerdo, y la escribió simultáneamente –la única vez que lo hizo- con El regreso; ésta última es completamente diferente a todas, y él mismo no la considera muy bien. Yo creo que es de una tensión dramática muy fuerte, y de una percepción psicológica muy aguda. Es el momento en que se rompe un matrimonio, un matrimonio decimonónico, un matrimonio de conveniencias y sin amor. Aunque según Conrad, “consiste primordialmente en impresiones físicas”. Pero apliquemos la propia opinión de Conrad sobre la tarea del escritor: “primeramente realiza uno obra, y luego teoriza sobre ella. Es ocupación muy entretenida y egocéntrica, de ninguna utilidad para nadie, y, a buen seguro, conducente a erróneas conclusiones.”
Entre mareas contiene dos narraciones inéditas en España desde 1931, según figura en la contracubierta: El hacendado de Malata y Por culpa de los dólares. La primera es, en mi opinión, francamente buena. Nos trae al recuerdo de Salvamento, sobre todo por la relación de los dos personajes centrales y la tensión pasional y erótica entre ellos. La segunda, tiene un cierto parecido a Con la soga al cuello, también hay momentos de suma tensión. Y los personajes son típicamente conradianos.
El socio tiene también mucho interés, y La posada de las dos brujas podría haberse agrupado también a los Cuentos de inquietud, ya que incluso hay elementos digamos algo “inquietantes” en el sentido de paranormales.
En resumen: dos buenas compilaciones de relatos de un gran maestro de la literatura. Es en el relato corto donde se juega el prestigio un escritor. Porque una novela, de mayor longitud, siempre puede tener altibajos pero consigue finalmente salir adelante. Pero una narración corta ha de leerse de un tirón y debe ser igualmente atractiva y atrayente.
Quiero citar al propio Conrad cuando habla de su trabajo: “la labor que trato de realizar es, por el poder de la palabra escrita, hacer que ustedes oigan, hacer que ustedes sientan...es, ante todo, hacer que ustedes vean. Nada más que eso; y eso lo es todo.” Y yo creo que lo consigue a la perfección.
Fuensanta Niñirola