LAYOS.
LA HISTORIA DE UN MITO GRIEGO
Ed. Evohé, 2009
Josep Asensi, (Benetúser, Valencia), cirujano de profesión, gran amante de la historia griega clásica, y a partir de ahora, escritor con la publicación de esta novela, hace su debut desarrollando una narración sobre un tema mitológico poco tratado: el mito de Layos, padre de Edipo, dentro de la saga tebana. Edipo es un personaje muy conocido, no sólo por las tragedias griegas, sino por su utilización por parte de Freud en el famoso “complejo de”. Precisamente J. Asensi lo que desea es racionalizar este mito, convertirlo en historia, documentándose muy bien sobre la época, la edad de bronce griega, donde los aqueos aún no han ido a la guerra de Troya, y ni siquiera han nacido Agamenón ni Menelao.
Así, la historia trata del rapto de Antíope, la niñez del heredero al trono tebano, Layos, hijo de Labdaco, bajo la regencia de su tío Licos tras la muerte del padre, de la usurpación del trono tebano, su huida de Tebas y su acogida por el rey Pelops de Pisa, que a su vez era padre de Atreo y Tiestes y del bastardo Crisipo.LA HISTORIA DE UN MITO GRIEGO
Ed. Evohé, 2009
Josep Asensi, (Benetúser, Valencia), cirujano de profesión, gran amante de la historia griega clásica, y a partir de ahora, escritor con la publicación de esta novela, hace su debut desarrollando una narración sobre un tema mitológico poco tratado: el mito de Layos, padre de Edipo, dentro de la saga tebana. Edipo es un personaje muy conocido, no sólo por las tragedias griegas, sino por su utilización por parte de Freud en el famoso “complejo de”. Precisamente J. Asensi lo que desea es racionalizar este mito, convertirlo en historia, documentándose muy bien sobre la época, la edad de bronce griega, donde los aqueos aún no han ido a la guerra de Troya, y ni siquiera han nacido Agamenón ni Menelao.
Asensi nos cuenta la vida juvenil que Layos lleva en el reino de Pelops, y su amistad con Crisipos, al que finalmente le unen unos lazos más íntimos y amorosos. Narra su retorno a Tebas, ya como rey al caer el usurpador, y de su prometida Yocasta, que pronto se da cuenta de que las cosas no van a ser como esperó durante años. Layos mira a Yocasta como una hermana, y aunque se casan, ella comprende que él no la desea, que el objeto de su amor es Crisipos, que ha escapado con él de Pisa, y públicamente vive en Tebas como su amante.
Aun así, Yocasta se las arregla para, una vez ebrio Layos, tener un hijo de él. Este hijo, abandonado en la montaña, ante el temor de una maldición, es Edipo. Recogido por un pastor, sobrevive y es adoptado por el rey corintio Pólibo, cuya esposa, Peribea, es estéril.
Este es un libro de lectura agradable, que nos muestra como históricos acontecimientos míticos. Sabemos que los mitos son explicaciones irracionales, emotivas o mistéricas, de hechos que no podemos explicar racionalmente, o de los que carecemos datos para explicarlos. Funcionan a veces como parábolas, como leyendas que se transmiten a través de generaciones, como cantos de ciego errante que entretiene al pueblo a cambio de algunas monedas o algo para comer.
Trata el tema de la homosexualidad muy elegantemente, muy a la griega, aunque Asensi diferencia el trato aparentemente homosexual –habitual entre los griegos clásicos- entre un adulto y un jovencito impúber, relación semejante a la del maestro y el pupilo, que al llegar la pubertad desaparece, iniciándose entonces la relación heterosexual. Lo que hay entre Layos y Crisipos es una relación de igual a igual, aunque Crisipo sea algo más joven, pero siguen relacionándose de adultos, con lo que queda manifiesto un verdadero interés sexual. Podría considerarse como la primera vez que esto se reconoce en un mito griego. Aquí ya no se trata de dioses, sino de humanos, de hombres, entre sí.
También trata el tema de Edipo en su verdadera dimensión. Edipo huye de su país de adopción para evitar que ocurra lo que le ha predicho el oráculo, pero el oráculo, que explicita el destino, siempre se cumple. La obra está escrita en tercera persona, pero la inclusión de varios textos en forma subjetiva: El lamento de Crisipos, El llanto de un anciano y dos Interludios, más el Epílogo final, da un toque muy especial, es una manera de resolver algunos temas, como la muerte de Crisipos.
La documentación es buena, a pesar de las carencias evidentes, porque se trata de una época en la que hay algunos lapsos de tiempo de los que no tenemos noticia ni restos fidedignos.
En fin, esta novela llena un espacio hasta ahora vacío, compone una vida de la que apenas conocíamos detalles y que Josep Asensi nos los recompone, dándole una interpretación plausible, razonable y muy interesante.
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