Continuando con las Jornadas del año anterior, en esta ocasión mostramos una variado conjunto de autores españoles que exploran con sus novelas distintos apartados de nuestra historia, centrados en la época medieval. Lo que se trata es de poner en conocimiento el trabajo de estos escritores, a la vez que reflexionar sobre la historia y las maneras de abordarla literariamente.
De nuevo volvemos a encontrarnos entre los muros del Museo Arqueológico murciano, para celebrar las Jornadas de Novela Histórica que este año girarán sobre tema medieval. En esta ocasión, los conferenciantes eran, como ya es sabido, Salvador Felip, Guillermo Galván, José Emilio Iniesta y Carlos Aurensanz, que intervinieron por este orden. Tras una brevísima presentación, se dio paso a los autores.
Salvador Felip abrió el fuego, contándonos cómo el Bizancio de Justiniano se relacionó con la España visigoda. El rey visigodo Agila estaba enzarzado en una guerra contra Atanagildo, que aspiraba a ocupar su lugar. Pero necesitaba apoyos, y pidió ayuda a Justiniano, y de ese modo los bizantinos entraron en la península, y consiguiendo la victoria para Atanagildo - en este punto hubo una ligera discrepancia entre Guillermo Galván y el ponente- Pero cuando fueron invitados a volver a su país, puesto que sus servicios ya no eran necesarios, el ejercito bizantino decidió que prefería permanecer un tiempo por estas tierras y se quedaron…alrededor de setenta años. No quedan muchas huellas de su paso, sin embargo.
Guillermo Galván continuó con los visigodos, esta vez centrándose en Leovigildo, en las costumbres de la época, en cómo estaba la relación entre la religión y la monarquía. Convivían, con sus tensiones, el cristianismo católico, el cristianismo arriano, el paganismo romano y prerromano, e incluso la iglesia céltica. Nos habló de cómo los reyes eran elegidos por una asamblea, tras lo que solían alzarlos sobre un escudo; también tenían costumbres algo radicales, como la de cortar manos y cueros cabelludos a los traidores o usurpadores. Ocurría que el hijo de Leovigildo, Hermenegildo, (católico) se rebeló contra su padre (arriano), mientras este estaba de campaña contra los vascones. Galván insistió en aclarar que Leovigildo no aplicó las severas leyes contra la rebelión en la persona de su hijo, le trató con mano blanda, desterrándole. Pero Hermenegildo volvió a la carga, así que finalmente hubo de morir, aunque no a manos de su padre. A Leovigildo le sucedió Recaredo, que se convirtió al catolicismo y en su persona se reunieron el poder de la monarquía y el de la iglesia.
Jose Emilio Iniesta da un salto en su intervención, entrando de lleno en la España musulmana, destacando al personaje de Al Mutamid, el rey poeta, contemporáneo del Cid, y poco amante de la guerra. En esa época, la península está dividida en reinos de taifas, desunidos y dispersos, presentando una fragmentación que les debilitaba frente al avance de Alfonso VI de Castilla, que invadió y conquisto Toledo. Asustado ante su avance, Al Mutamid requirió la ayuda de los almorávides, que eran los fundamentalistas del momento, con sus negras vestiduras y sus caras cubiertas. Yusuf era su líder, y se lanzo inmediatamente al ataque, venciendo a Alfonso en Sagrajas, pero sin llegar a conquistar Toledo.
Una vez asentados, destronaron a Al Mutamid, enviándole a África, desterrado. En sus poemas, el pobre rey poeta se lamenta de su destino. El autor nos leyó alguno de sus poemas, incluso uno de ellos en árabe, para que notásemos la sonoridad del lenguaje.
Los autores en la sala. |
Finalmente, Carlos Aurensanz nos pintó el paisaje de la conquista árabe en general, y luego se centro en el valle del Ebro, donde convivieron los Banu Qasi y el reino de Íñigo Arista. Conto la historia del origen de los banu qasi, (hijos de Casio), a raíz del pacto de paz entre Musa y el Conde Casio, que se convirtió en vasallo de los Omeyas. Los herederos fueron llamados Banu Qasi. El reino que gobernaban, de carácter pacífico, se mantuvo como un colchón entre los belicosos vecinos, por un lado los castellanos en guerra con Abderramán, y por otro los francos tratando de invadir Cataluña. Más tarde surgiría de allí el reino de Pamplona.
Las cuatro intervenciones fueron de lo más interesante e ilustrativo, algunas de ellas (la de Iniesta y Aurenzanz) acompañadas de imágenes, mapas etc. El público realizó algunas preguntas, lo que dio pie a que los autores intervinieran de nuevo y ampliasen algunos puntos de su discurso.
Finalmente se dio por acabada la sesión, a la espera del próximo sábado, que continuará, cerrando el ciclo de este año.
Murcia, Octubre 2011
Los autores, en la sesión de firma ejemplares en El Corte Inglés. |
2 comentarios:
Muy buena crónica de las Jornadas, Ariodante. Te lo has currado bien y una excelente batería de fotos. Eso si que es una buena lección de Historia, en este caso medieval, como tú dices, y no lo que nos hacían empollar en los libros, con la famosa lista de los reyes godos y demás. Felicidades.
Gracias, Paco. Ahora estamos a la espera del reportaje de la segunda y última sesión de las Jornadas, a la que no he podido asistir y espero que los hislibreños murcianos que se quedaron al mando, cumplan su parte. Por lo que dice M. Badal en Facebook, parece que hubo más afluencia de público y la cosa salió muy bien.
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