AVENTURAS EN VENECIA
GIACOMO CASANOVA
Atalanta Editorial
Traducción Mauro Armiño
Prólogo y edición: Marina Pino
Este libro comprende una selección de capítulos de las memorias de Giacomo Casanova, el veneciano universalmente conocido por sus hazañas amorosas. Casanova, en este caso, nos es mostrado únicamente en su relación con Venecia, la que desarrolló en sus años tempranos, desde su nacimiento hasta su famosa huida de la Prisión de los Plomos, de donde salió por la puerta principal, para mayor desgracia de sus vigilantes. Las temporadas que estuvo fuera de Venecia en esos años juveniles, concretamente, en sus andanzas por Calabria al servicio del obispo Bernardo de Bernardis y su faceta como militar en Levante mediterráneo, nos son evitadas. Sólo sus aventuras –que son muchas- en tierras y aguas de la Serenísima República son objeto de esta selección, muy bien prologadas por Marina Pino y espléndidamente traducida por Mauro Armiño, que nos brinda todo un apoyo en las notas a pie de página, sin el cual perderíamos parte de la información, ya que Casanova no escribía como historiador.
Lo que sí hace Casanova en sus Memorias, como muy bien resalta Marina Pino al comienzo de su prólogo, es ejercer de espejo de la ciudad que le vio nacer, contarnos cómo vivían y lo que hacían. Fascinante y barroco como Venecia, hace lo habitual en los venecianos: jugar, fornicar y asistir al teatro –y no necesariamente por este orden-. Los asuntos públicos y religiosos son atendidos por la aristocracia y sus administradores; la red de espionaje y un temible Santo Oficio mantenían el orden cuando alguien se desmadraba.
No obstante, era nuestro personaje un escritor elegante, que nos narra episodios casi propios de la picaresca española pero los cuenta con una exquisitez y un refinamiento admirables. Las metáforas y perífrasis con las que se refiere a detalles de sus primeras aventuras amorosas son una delicia, llenas de humor y de reflexiones jugosísimas.
Curiosamente, el propio Casanova hace al comienzo de su narración una genealogía de su ascendencia paterna, por la que llega a un ascendiente español, secretario de Alfonso el Magnánimo, cuyo hijo Juan viajó con Colón en su primera travesía. De él nació Marcantonio, afincado en Italia y de él nace Jacques, (su abuelo) y Gaetano Giuseppe Giacomo Casanova, su padre, un actor de teatro que al casar con Zanetta Farussi (con la oposición de la familia) la convierte en actriz y ha de ser la abuela materna, Marzia, la que se ocupará de la prole que Zanetta y Gaetano van generando, hasta seis hijos. Giacomo es el mayor, de constitución débil y enfermiza, y que recibe los afectuosos cuidados de la abuela, al carecer del afecto materno.
Al estar siempre lejanos sus padres –y a la temprana muerte del padre, su madre-, siempre actuando en teatros extranjeros (Londres, Viena, etc.) y llegada la edad en que necesitaba una educación, y un cambio de aires, los tutores y la abuela de Giacomo le envían a Padua, pensionado con el doctor Gozzi, que le acoge amorosamente. Pero aún más amorosamente le acoge su hija Bettina, que es su primera maestra de amor. Progresa su educación amorosa durante un verano que pasa en una granja de Pasiano, con los cuidados de la dulce Lucía, una amable y bella jovencita que le presta su atención y otros cuidados. Al regreso a Venecia, se relaciona con el senador Malpiero, que le acoge como un hijo, y lo introduce en el mundo de las cortesanas. Pero es aún demasiado joven, y las prefiere de su edad, y más lozanas. Encuentra la amistad y los cuidados amorosos de dos primitas, Nanette y Marton, a las que dedica muchas noches…a la vez. La primera noche nos es descrita con tanto humor como delicadeza.
Hasta la primera mitad del libro se ocupa de todos estos asuntos; sucede la muerte de su abuela, con lo que es llevado por su tutor a un seminario, del que acaba siendo expulsado –no había nacido para monje- y su orgullo juvenil le hace comenzar una pendiente de turbulencias, acabando preso en el Fuerte de Sant’Andrea, del que finalmente consigue ser liberado. Marcha de Venecia con el obispo De Bernardis. Y acaba aquí el volumen 1.
La narración salta al volumen 2, con su retorno a Venecia, hacia 1742. Sus primitas han desaparecido de la ciudad: una se ha casado y la otra está en un convento. Como no quiere continuar de militar, se decide por la música y sobrevive tocando el violín en orquestas, teatros, etc. No faltan todo tipo de aventuras, gamberradas juveniles, juego, burdeles, en fin, una vida licenciosa, hasta que viene a conocer a Matteo Giovanni Bragadin, último vástago de una familia noble de origen dálmata, al que salva la vida y que se convierte en su protector y le hace llevar un tipo de vida, más refinada y menos conflictiva, aunque su juventud y libertad le sigue llevando a todo tipo de aventuras. Su economía asegurada, vive con Bragadin y sus dos amigos Dandolo y Barbaro, tres solterones dedicados a la cábala y a misterios e investigaciones científico- mágicas, además de hacer una vida social animada. Vive un enamoramiento casual con una ingenua pueblerina, Cristina, y disfruta alargando todo el proceso de seducción –que era lo que realmente le interesaba a Casanova- hasta conseguir los favores de la joven. Pero se apiada de ella y le consigue un marido, y curiosamente la damisela no parece extrañarse demasiado, e incluso aceptarlo con placer. Y Casanova, que ya se veía atrapado en un matrimonio que no le convencía, suspira, feliz.
Aquí la selección salta al volumen 4, en el que narra su detención y aprisionamiento en Los Plomos, denunciado por Manuzzi, un informador de los Inquisidores del Estado; sus vivencias y sufrimientos allí, intentos de evasión, contactos con otros presos, hasta que consigue contactar con el padre Balbi, y entre los dos consiguen escapar en la huida que le hizo famoso. Estuvo preso desde julio de 1755 a noviembre de 1756. ¿Motivos? No le dieron explicaciones: libertino, jugador tramposo, descreído, cabalista. Parece que su supuesta práctica de la magia fue lo determinante. En suma: un sujeto perturbador, como bien dice Marina Pino en el prólogo. Condenado a cinco años, de los que apenas cumplió un año.
El volumen 5 y último contiene sólo un capítulo en el que narra cómo se dispone a partir de Venecia desterrado a sus treinta y un años. No volverá hasta dieciocho años más tarde, casi cincuentón. Pero ésa es otra historia.
4 comentarios:
Todo un personaje, no es extraño que haya proliferado la literatura en torno a su figura.
A mí me encanta. Llevo leído mucho sobre Casanova y siempre encuentro novedades. Claro, como no he tenido aún los Diarios al completo, pues siempre hay algo que queda fuera.
Y es que debió de ser de un atractivo arrollador: no tanto por el físico como por su elegancia, maneras, y ese potencial intelectual y químico que debía desarrollar, como un pavo real al desplegar su cola. Impresionante.
Se cuenta que era tan seductor que con una mirada dejaba a quien era mirada, con su presencia muy dentro. Debió de ser.
Incluso para los que no vemos su mirada, pero la imaginamos leyéndole, ya resulta atractivo, Magda. Bienvenida.
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