MARK
TWAIN
Ilustraciones: PABLO AULADELL
Trad.: Mariano Peyrou
Ed. Sexto Piso, 2015
Tom Sawyer es un clásico de la literatura
juvenil y de todas las edades; su creador, Mark Twain, recrea en estas páginas
su propia infancia y los recuerdos de Hannibal, un pequeño pueblo ribereño del
Mississipi, en el estado de Missouri, al que la familia se traslada cuando Twain
cuenta cuatro años. Así pues,
confluyen en esta maravillosa narración la memoria y la exaltación del mundo
infantil, donde realidad y ficción suelen estar aún mezcladas, por el
imaginario feliz de esa etapa. El propio Twain en un prefacio de 1876 reconoce
que hay algunas experiencias suyas relatadas aquí, pero que la mayoría son de
amigos y compañeros de su infancia, entrelazadas y adornadas con otros
recuerdos.
Todos conocemos las
aventuras del travieso Tom: el pequeño huérfano que vive con su tía Polly, una
dama gruñona y recalcitrante aunque cariñosa y afectiva cuando Tom, zalamero,
la requiebra. De continua pulla con su hermanastro, Sid, un niño repelente,
empollón y acusica, mientras la prima Mary, más mayor, intenta mediar entre Sid
y Tom; Jim, el chico de color que ayuda en casa, y otros compañeros de clase:
Joe Harper, Billy, Johny Miles, Ben
Rogers, mantienen una admiración por un personaje marginal, Huckleberry Finn,
un chico asilvestrado que vive por su cuenta, aquí y allá, y que es el mejor
amigo de Tom, una incitación constante a la libertad y la independencia, a la
aventura y el riesgo. Y luego están las chicas: Amy Lawrence y Becky Thatcher,
la preferida de Tom.
Este es el mundo de los
niños; por otra parte está el mundo de los adultos: el juez Thatcher, padre de
Becky, el señor Walters, de la escuela dominical, el médico, Dr. Robinson, y su
ayudante Muff Potter, así como el indio Joe, el malvado de la historia.
Se enlazan en esta obra
continuas historietas, travesuras y aventuras de los chicos, como la famosa pintura
de la valla, divertido comienzo de la novela; los manejos y trucos de Tom para
conseguir puntos en la escuela dominical,
su admiración por Becky, recién
llegada al pueblo; hasta que algunas de estas aventuras se mezclan con las del mundo adulto: el malcarado indio Joe y
Muff Potter son espiados por Tom y Huck Finn, y las cosas se complican. Hay un
tesoro escondido, Tom se escapa con Huck y vagan por el río y los islotes donde
el aventurero y libre Huck tiene su
reino, hasta que se enteran de que en el pueblo se da por muertos a ambos y
deciden presenciar su propio funeral…. Estas y otras aventuras, como la de la
excursión a la cueva de McDougal donde quedan perdidos Tom y Becky, son la
delicia de este libro, que salta de una a otra travesura con la ingenuidad y la
imaginación de la infancia. Todo ello enmarcado en el incomparable paisaje
sureño del Mississipi, en una época aún idílica y feliz, en una imaginaria
población llamada San Petersburgo, recreación del Hannibal de Twain.
Toda esta maravillosa
narración, está, en la presente edición, magníficamente ilustrada por Pablo Auladell, con probada capacidad
para recrear mundos con sus imágenes. Construye en sus dibujos las figuras
ingenuas de los niños, el paisaje del río, las figuras más duras de los
adultos, (sobre todo los malvados de la historia), todo ello envuelto en tonos
sepia con leves toques de color, ocres y delicados azules agua para el gran
río, por donde se desplaza, lento y majestuoso, un vapor. Consigue crear un
espacio propio, cargado de lirismo y lleno de imágenes lúdicas, festivas, mostrando
el universo infantil. Siempre dentro del estilo que ya ha definido como propio
en otras muchas publicaciones, libros ilustrados o cómics. Un estilo que tiene
trazos muy libres, líneas algo angulosas y figuras que recuerdan en sus trazos
a los dibujantes expresionistas, como Otto Dix y George Grosz, sin la acritud
de éstos, pero con manifiesta influencia iconográfica. En una entrevista, (http://www.ilustrandodudas.com/index.php?/entrevistas/pablo-auladell/) preguntado el artista si es mejor mantener un
estilo al margen de modas o seguirlas, responde: “Se trata de buscar un
equilibrio entre mirar para mantenerte siempre vivo en la sabana y, al mismo
tiempo, mantener tu coherencia. En mi caso, busco una forma de expresión que
sea intemporal. Por eso busco el equilibrio, la elegancia, la contención, y
tomo como modelos, sobre todo, a los maestros que han logrado esto, que sus
obras produzcan sensación de belleza, que conmuevan en cualquier época. Pero,
al mismo tiempo, puedo ir aprovechando recursos y herramientas nuevos para
lograr ese objetivo.”
En suma, una edición bien
cuidada, bien ilustrada y bien traducida. Y una obra de la literatura
universal. Imprescindible en cualquier biblioteca.
Samuel Langhorne Clemens (1835-1910), más conocido por su seudónimo Mark
Twain, era autor y humorista estadounidense. Twain creció en Hannibal,
Missouri, que proporcionó el escenario de Huckleberry Finn y Tom Sawyer. Nació poco después de la
visita del cometa Halley, y predijo que iba a "salir con ella",
también. Murió al día siguiente de que el cometa regresó. Su ingenio y sátira,
en prosa y en el habla, se ganó los elogios de los críticos y compañeros. Fue
alabado como el "más grande humorista estadounidense de su época", y
William Faulkner le llamó "padre de la literatura norteamericana".
Pablo
Auladell (Alicante, 1972) es un reconocido
ilustrador que desarrolla su trabajo en el ámbito editorial. Ganador del Premio
Nacional de Cómic Injuve en 2000 y del Segundo Premio a las Mejores
Ilustraciones de Libros Infantiles y Juveniles por el libro Peiter, Peter y Peer en 2005, cuenta ya
con una larga bibliografía de más de treinta obras, entre libros ilustrados y
tebeos.
Fuensanta Niñirola
30 Nov 2015