FERNANDO DE VILLENA
Ed. Carena, 2022
El escritor granadino Fernando de Villena construye lo que en cine se llama una «road movie» con su más reciente novela. Dos personajes, un joven y un profesor jubilado viajan juntos por la geografía española admirando paisajes y paisanajes, monumentos y manifestaciones culturales.
El personaje joven, Tahir, es un inmigrante subsahariano al que el anciano acoge caritativamente en su casa y prácticamente lo «adopta» de modo paternal. Don Anselmo es un profesor de Lengua y Literatura jubilado que, viudo y alejado de sus hijos, encuentra en Tahir la oportunidad de ejercer a la vez de padre y de profesor, ocupándose no solo de su sustento físico y su compañía sino también de su aprendizaje en la cultura española.
El autor ha elegido precisamente como aprendiz a un personaje que proviene de otra raza, cultura e idioma completamente distintos, literalmente una página en blanco, una tabula rasa a la que lentamente Don Anselmo va llenando, primero, con el idioma español y después de múltiples y diversos contenidos.
Tras una introducción en la que ambos personajes van estableciendo vínculos entre ellos y afianzándose en su relación paternofilial, comienza propiamente el viaje. Cada capítulo se centra en una ciudad, que el anciano ya conoce previamente y de la cual muestra a su pupilo los rincones más sugerentes, los monumentos más impactantes y retazos de la historia ambientados en esa población.
Viaje iniciático para el joven Tahir, y en cierto modo viaje de despedida para el anciano, recorren al volante de su coche casi toda Andalucía, Extremadura, las dos Castillas, suben hacia el norte y desplazándose por la cornisa cantábrica llegan a Aragon y finalmente Barcelona. En todo el recorrido, el viejo profesor se explaya con comentarios, recuerdos y comparaciones de lo pasado y lo presente, generalmente para destacar que los cambios producidos en la sociedad no siempre son para mejor.
El joven acompañante, si bien al principio solo plantea breves preguntas, poco a poco va demostrando que su personalidad se afianza, planteando objeciones o mostrando opiniones divergentes con su maestro, hasta que Don Anselmo considera que la formación teórica de su pupilo está terminada y ahora le hace falta sumergirse en la vida, en el terreno práctico donde debe defenderse por sí mismo, y ahí radica su heroicidad.
Un texto, en suma, donde el autor pone en boca de su alter ego muchos pensamientos y opiniones que es habitual encontrar en su literatura más reciente, y que, se esté de acuerdo o no, están expresados con el magnífico estilo que caracteriza al autor granadino.
Fuensanta Niñirola
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