FERNANDO DE VILLENA,
ANTONIO BRIONES Y MANUEL VALERA
LIBRERÍA ANTES,
MADRID.
En una noche madrileña, invernal
pero no especialmente fría, sino agradable y plácida, luciendo la luna
rotundidad y plenitud, nos encontramos de nuevo en la acogedora Librería
Antes, en pleno barrio de Salamanca. En esta ocasión, el autor que
presenta su libro es Fernando de Villena, escritor
granadino con un largo listado de obras en su haber, si reunimos novela con
poesía y libros viajeros. Fernando estaba flanqueado por dos figuras ya
conocidas en el portal literario Hislibris y sobre todo, en el también sitio literario La Revelación: el periodista y escritor
Manuel Valera, amigo habitual de Evohé
y del blog La Revelación, donde
publica bajo el seudónimo de Angelcaído, y por el profesor y también escritor Antonio Briones, que bajo el seudónimo
de Capayespada, también publica sus
relatos en La Revelación, así como en
otros sitios.
Una vez asentado el público,
entre cuyos asistentes se encontraban los también autores Fernando R. Genovés, Javier
Portella y Miguel Martorell, comenzó
Manuel con la introducción, hablándonos de Fernando de Villena, de su obra en
general y de esta que se presentaba aquí,
Mundos Cruzados, publicada en
otoño de 2012 por Evohé. Manuel llevó su discurso de modo periodístico, a ritmo
de preguntas y sugerencias, haciendo una
suerte de entrevista tanto al autor como a Antonio. Hizo un recorrido por la
obra de Villena, plena de personajes, si bien ninguno tiene un protagonismo
especial, destacando como objeto central el Tiempo, simbolizado por ese reloj que
el césar Carlos regala a una esclava tras una noche de pasión, y que retorna
siglos después, al final de la novela, a la Granada de donde partió.
Preguntado si se consideraba más
escritor que poeta o viceversa, De
Villena prefirió englobar su faceta poética dentro de la general o literaria,
considerándose, pues, un escritor por encima de todo. Desde el público, el editor, Javier Baonza, consideró que toda
poesía es narrativa, y recordó a Homero, por lo que la distinción
entre escritor o poeta le parecía irrelevante.. Pero la poesía, según Antonio y
al parecer, De Villena, ha de tener un tono emotivo, lírico, comenzó ligada al
canto o a la declamación, y ese carácter ha de predominar sobre lo narrativo.
Sin llegar a conclusiones sobre el tema, se pasó a otra cuestión, como la
concatenación de historias en el libro, hasta el punto en que la mayoría
aseguró haberse perdido en la línea genealógica y seguido la lectura dejándose
llevar por la acción. Preguntado por la
planificación de esas generaciones y las acciones de cada nuevo personaje, y si
no había exagerado la cantidad de personajes, el autor se decantaba por no
planificar más que a nivel general, imbuirse de la documentación previa, que
debía ser lo más amplia y profunda posible, y luego dejarse llevar por la trama,
que le sugería detalles no contemplados en un principio. Temas todos muy
interesantes y sugerentes, que nos podrían haber entretenido durante horas,
pero no había tiempo para todo. En suma, entre unas cosas y otras pasó la
velada, que acabó con firma de ejemplares y un vino de honor, charla más
distendida y despedidas.
Ariodante
Madrid, viernes, 25 enero 2013.