Invitación
al mito
ANTONIO
BELMONTE
Ártica
Editorial
Antonio Belmonte, autor que ya
publicó con Ártica Editorial el primer libro de la colección sobre cine Murnau, la luz inquieta, ahora dirige su
mirada hacia la pintura y nos presenta esta interesante monografía sobre la
vida y obra de Arlold Böcklin, (Basilea, 1827- Fiesole, 1901) pintor suizo que
vivió a caballo entre Suiza, Italia, y Alemania. Pintor más cercano al
simbolismo y al romanticismo alemán, pero de difícil clasificación, cuyo nombre
está ligado a una pintura: La isla de los
muertos, su cuadro más conocido. Pero Böcklin tiene en su larga trayectoria
artística muchos otros cuadros. Interesado por el mundo mitológico, por la
historia y con gran influencia del paisajismo romántico alemán, ha sido alabado
por gentes dispares, como Hitler o Freud.
El autor recorre la vida del
artista, desde los primeros años de aprendizaje en Basilea y Dusseldorf hasta
su descubrimiento de Italia. Allí se deposa con una dama italiana y tendrá
¡once! hijos con ella, claro que no todos sobrevivirán. En Italia conoce a
Jakob Burckhardt, con el que le une una gran amistad, durante un tiempo. Es una época difícil, porque pasa muchos
apuros económicos; vuelve a Munich, se
desplaza luego Weimar, donde será
profesor en la escuela de Bellas Artes durante dos años; vuelta a Roma y Pompeya, que le impactan
fuertemente; en Florencia pinta La isla
de los muertos (la primera de las cinco versiones); vuelve, ya famoso, a
Zurich, aunque allí comienza su decadencia física. Finalmente retorna a Italia
para morir.
Los temas recurrentes de Böcklin
son: el paisaje romántico que integra edificios clásicos en ruinas con
vegetación exuberante, y los temas mitológicos: sobre todo, los basados en la
Metamorfosis de Ovidio. Faunos, centauros, sirenas, ninfas y demás seres
zoomórficos pueblan sus lienzos, así como figuras plenas de nostalgia y
tristeza, fantasmales, que nos dan la
espalda como las figuras de Friedrich, como la blanca imagen que viaja en la
barca de Caronte hacia la tenebrosa isla
de los muertos, o el Ulises que ansía el retorno mientras Calipso le
retiene. También tiene muchas imágenes festivas, como las de Juegos de olas, donde tritones y ondinas
caracolean entre las aguas marinas. Otras pinturas las dedica a la imagen del
caballero y la dama, basados en Ariosto, y más remotamente en Perseo y
Andrómeda. El Dragón en un desfiladero
rocoso parece una imagen que inspirase a Tolkien. Los retratos de su esposa
y amigos, así como sus propios
autorretratos dan fe de su maestría pictórica en cuanto a captar el alma de las
personas retratadas. Pero su mirada prefiere vagar por paisajes inquietantes y
oscuros, remarcando el carácter narrativo de sus imágenes. Maravillosa y
perturbadora imagen la de Cleopatra a punto de aplicarse el áspid. Al parecer,
causó bastante revuelo en su momento (1872)
Dedica Belmonte una sección al
final del libro para estudiar el impacto de Böcklin en otros artistas desde su
época hasta la actualidad ( Keller, de Chirico, Max Ernst, Dalí…) incluyendo el
efecto en el cine (Murnau), incluso en la ópera wagneriana. También su impacto
en la literatura: Rilke, Hoffmannsthal, Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez… Pintándonos
de ese modo un panorama en el que la obra de Böcklin queda perpetuada, y de
algún modo continuada en los siglos posteriores a su muerte.
El libro, de carácter
divulgativo, incluye también algunas partes, enmarcadas en color, en las que
informa de personajes que tuvieron relación importante con Böcklin, mecenas,
amigos literatos o artistas, así como movimientos artístico-literarios: el
simbolismo, la Secession, etc., además de una amplia bibliografía. Acompañan al
texto numerosas imágenes que ilustran muchos de los cuadros del pintor, así
como algunos de los espacios en los que vivió en Italia. En suma, un libro que rescata a un artista
algo olvidado, y bastante desconocido en España, por lo que celebramos la
elección del autor y del editor.
Ariodante