JOSE LUIS GIL SOTO
Ed. Styria, 2010
Novela
histórica de aventuras, esta obra, la segunda de su autor, narra unos luctuosos
hechos, unas dramáticas aventuras basadas en gran parte en los hechos que
ocurrieron, allá por 1588, cuando el católico rey Felipe II se empecinó en
enviar a su Gran Armada, en un derroche de poderío, para acabar de una vez por
todas con la pérfida Albión, encarnada en su
reina Isabel, la reina protestante, terrible enemiga del catolicismo.
Como de otra Gran Cruzada se tratase, el muy católico Felipe se equivocó de
parte a parte en sus previsiones y disposiciones, mandando a su Armada a un
gran fracaso. Una concatenación de hechos sumados dieron por resultado miles de
muertes entre marinería y milicia, cantidad de barcos y pertrechos hundidos o
inservibles, y el prestigio de España por los suelos.
No solo lucharon contra
los elementos, sino que también las personas fallaron: ni el Duque de Parma
acudió a la cita en el Canal, como se esperaba, ni la dirección de la Armada
recayó en un marino, sino en un militar, el Duque de Medina Sidonia, que
sustituyó al Marqués de Santa Cruz tras morir éste. Los ingleses llevaban
barcos mucho más móviles y su armada estaba dirigida por un magnífico marino,
Lord Howard. Ellos estaban en su terreno y los españoles se movían pesadamente
en aguas ajenas. El tiempo no acompañó, pero si se hubiera salido en el tiempo
previsto, y no se hubiera retrasado tanto la salida, probablemente el tiempo no
habría sido tan tempestuoso.
Pero
la narración, dividida en cuatro partes, abarca más: la primera se concentra en
los preparativos y la historia de muchos de los personajes y el protagonista
principal, un joven soldado de los tercios españoles, Rodrigo Díaz de Montiel.
Narra hasta la partida de las naves y su llegada al Canal. La segunda cuenta
propiamente el desarrollo de la batalla y los diversos incidentes que
finalmente acaban con el desmembramiento de la flota española. La tercera, el
naufragio en costas irlandesas, a donde fueron a parar una gran parte de los
navíos, y las desgracias que les sucedieron allí, no solo por el maltrato de
los irlandeses hostiles y asilvestrados, sino por las tropas inglesas que
ocupaban esa zona y perseguían con saña a cualquiera con pinta de español. La
matanza en la colina que da título al libro, es de una crudeza tremenda y al
parecer, completamente histórica. Las piedras siguen allí. La defensa del
castillo de los MacClancy a cargo de los nueve españoles (Cuéllar, entre ellos)
es destacable. En la cuarta parte se nos cuenta el complicado y largo retorno
del protagonista a su tierra natal y lo que encuentra al llegar, nada agradable.
Narrado
en primera persona (es Montiel el que cuenta su historia) y en lenguaje cercano
al de la época, con un buen equilibrio entre los datos que se aportan y la
acción novelesca, el autor, como aclara en una nota final, se ha basado en gran
parte de la famosa carta que Francisco de Cuéllar, partícipe de los hechos,
escribió a Felipe II para relatar todas las desgracias sufridas.
La
recreación de los dramáticos hechos es muy vívida y dramática, intercalando en
ella el autor algunos pasajes más lúdicos para relajar un poco la tensión, como
sus relaciones con diversas féminas irlandesas, damas y no tan damas, así como
con otros personajes que se acerca casi a la picaresca, además de acercarnos
psicológicamente al protagonista y demás personajes que le acompañan.
Equilibrada, verosímil, entretenida y llena de interés por las múltiples
aventuras que hace pasar a su protagonista, es una novela más que recomendable.
El único fallo que le encuentro a la edición es la habitual ausencia de mapas,
que en este caso habrían sido de gran ayuda para ilustrar los movimientos en la
batalla del Canal, y los diversos naufragios, así como el recorrido de Montiel
en su largo retorno hacia España.
José Luis Gil Soto (Oliva de la Frontera, 1972), es
Ingeniero Agrónomo por la Universidad de León y ha cursado estudios de
doctorado en la Universidad de Extremadura y en la Politécnica de Madrid.
Comenzó su carrera profesional en el campo de las energías renovables y luego
pasó a formar parte del cuerpo de funcionarios de carrera de la Administración
Pública, donde ha ocupado diversos puestos de responsabilidad hasta la actualidad. Es autor de múltiples
guiones literarios y ha participado en diversas publicaciones de carácter
científico y divulgativo. Su primera novela, La traición del rey, vio la luz en noviembre de 2008, con un
notable éxito. Con la obra La colina de
las piedras blancas ha sido finalista del II premio Caja Granada de novela
histórica en 2010.
Ariodante
1 comentario:
Como siempre, da gusto leerte y la novela, por lo que cuentas, debe estar de lo más interesante.
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