AMUNDSEN, UN EXPLORADOR AVANZADO A SU TIEMPO
El día 7 de octubre tuve el placer de asistir, en una cálida y amable tarde otoñal valenciana, a una magnífica conferencia del físico, investigador y divulgador científico Javier Cacho, sobre la poderosa figura del explorador noruego Roald Amundsen. Tras la conferencia, impartida en el Auditorio del Museo, se inauguró la exposición correspondiente, "Memoria Helada", una amplia muestra patrocinada por el gobierno noruego, del que era representante en la sala el cónsul en Valencia, D. José Blom-Dahl.
El
Museo de las Ciencias Príncipe Felipe acoge la muestra (que comprende
fotografías, dibujos, esquemas, mapas y textos varios) hasta enero de 2014 y
acogió ayer tarde la interesante y amena conferencia de Jesús Cacho, precedida
de una breve presentación de D. Manuel Toharia, director del Museo y otra
alocución del cónsul de Noruega en Valencia.
La
intervención de Cacho, simpática y amena, muy accesible a todo tipo de público,
fue acompañada de una serie de fotografías que podíamos ver en una pantalla, y
que ilustraban en parte aquello que el conferenciante nos contaba. Nos habló de
la infancia de Amundsen, de cómo fue dominado durante toda su vida por la idea
de la exploración polar, y de las innumerables campañas y expediciones que
realizó o intentó realizar, siendo las dos más famosas la del Paso del
Noroeste, (primera con éxito) y la conquista del Polo Sur, en competencia con
la expedición británica de Scott, que saliendo casi al mismo tiempo –sin
programarlo así- llegó después y desafortunadamente cinco de su miembros, entre
ellos Scott, murieron en el retorno.
Las
otras expediciones posteriores le concentraron en el Polo Norte, al que intentó
llegar en avión, una vez probado y desechado el barco, y en dirigible, en
conjunción con un explorador italiano, en cuya búsqueda Amundsen encontró,
finalmente, la muerte. Y la encontró como quería: en su medio y en su trabajo.
Amundsen
fue un explorador nato, que aprendía mucho del entorno y de cómo se adaptaban a
él los animales y las personas, en concreto, convivió largo tiempo con los
esquimales, sobre todo los canadienses, aprendiendo cómo sobrevivir con los
medios que la naturaleza le ofrecía y del modo como los usaban los esquimales. Tuvo
luces y sombras en su vida personal, que, al pasar a ser un héroe nacional,
pudieron generar críticas; pero lo que vino a decirnos Cacho es que ello no
restaba en absoluto ni su valor como explorador ni siquiera como hombre, puesto
que a pesar de todo, los equipos con los que trabajaba le seguían y le
respetaban.
En
suma, una charla interesantísima y con el brillante colofón de la espléndida
exposición montada en el Museo. Resulta encantador que una persona de la valía científica de Javier Cacho se nos muestre tan sencillo y llano, hablándonos como si estuviéramos en familia.
Javier Cacho (Madrid, 1952) Comenzó su
labor científica en la Comisión Nacional de Investigación Espacial (CONIE),
realizó en los años ochenta investigaciones relacionadas con el estudio de la
capa de ozono, fruto de las cuales es su libro Antártida: el agujero de ozono
(1989). Responsable del Laboratorio de Estudios de la Atmósfera en el
Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial de España (INTA), en 1986
fue miembro de la Primera Expedición Científica Española a la Antártida, a
donde regresaría los años siguientes para, una de ellas en pleno invierno
antártico, para continuar las investigaciones relacionadas con le destrucción
del ozono en aquellas latitudes.
Ha participado en varias campañas de
investigación como jefe de la Base Antártica Juan Carlos I. Durante varios años
ha sido Colaborador de la Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología
(CICYT) en el Programa Antártico Español, Secretario del Comité Nacional de
Investigación Antártica de España, y delegado alternativo en el Scientific
Committe on Antarctic Research.
Su
carácter divulgador le ha llevado a colaborar en diferentes medios de
comunicación, siempre con temas relacionados con la Antártida, la Ciencia y el
Medio Ambiente. Ha publicado recientemente un libro sobre la emocionante
competición por el polo Sur, entre Amundsen y Scott, (reseñada en este blog) y a punto está de
publicarse otro libro suyo sobre el otro explorador antártico, Sir Ernest
Shackleton, estos dos bajo el sello de Fórcola Ediciones.
2 comentarios:
Interesantísimo todo. Y Javier Cacho tiene una cara simpatiquísima, así que no me extraña nada que su charla fuera amena y asequible. Seguro que sería también apasionante lo que contó. Con una persona de tan buen talante no me importaría ir a la base artántica una temporadilla. Siempre me ha producido cierto morbo pensar cómo se vivirá allí. Besazos.
Si, fue apasionante, porque además, Javier es una persona apasionada por lo que hace y sabe transmitir esa pasión. Si quieres saber como se viviría allí, lee su libro. Te aseguro que lo describe magníficamente . Bss
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