LA LEYENDA DEL SANTO BEBEDOR
JOSEPH ROTH
Traducción
de Michael Faber-Káiser
Ilustraciones
Pablo Auladell
Libros
del Zorro Rojo, 2014
Relato póstumo de Joseph
Roth, con extraordinarias ilustraciones, en esta excelente edición releemos a
un Roth ácido y amargo como los vapores del alcohol entre los cuales pasó sus
últimos años parisinos, donde llegó huyendo de la ascendiente barbarie nazi; en
los años 30 se convirtió al catolicismo
en un último intento de borrar su herencia judía ante sus perseguidores.
Este cuento es por una
parte, reflejo de su propia conciencia y amargura, y por otra, una narración en
la que ocurren milagros, milagros que envuelven la vida de un pobre clochard,
un emigrante centroeuropeo (como él mismo) que llega a París tratando de encontrar
trabajo en la minería, y acaba mendigando bajo los puentes del Sena, entre copa
y copa.
Andres Kartak esta atrapado
por el desaliento y trata de olvidar sumergiendo sus penas en alcohol. Pero un
día ocurre un milagro y se le abre una puerta. Consigue un pequeño trabajo,
gana unos cientos de francos, se siente afortunado ...y es incapaz de
celebrarlo de otro modo que bebiendo. Un milagro se encadena a otro, y el caso
es que Kartak casi se acostumbra a vivir "milagrosamente". Pero los
milagros tienen una condición, una condición que se ve siempre imposibilitado
de cumplir, porque la botella (o una mujer) siempre se interpone. Una mujer
causó su ruina, una mujer a la que amaba y a la que defendió matando. A partir
de ese momento, su vida cambió de dirección
y derivó hacia una pendiente vertiginosa que le llevó a los infiernos de la
indigencia, la soledad y el olvido.
Símbolo del imperio
austro-húngaro, que se rompe por sus contradicciones y tensiones internas, estamos ante un hombre que quiere ser bueno,
quiere ser honrado, pero ha llegado a un estado de sordidez tal que aunque
reciba diversas ayudas, ya es demasiado tarde para él. Las mujeres y el alcohol
le pierden. Pero en cada momento de lucidez, recuerda que tiene una deuda que
pagar.
Un relato desolador, en el
que el propio Roth muestra su alma, desvelando su atroz soledad y abandono.
Las ilustraciones de
Auladell son francamente memorables, muy en la línea de Otto Dix y de George
Grosz, artistas que reflejaron los terribles años de entreguerras en
centroeuropa, y este ambiente es el que el ilustrador ha reproducido, ambiente
que concuerda al la perfección con el
texto al que acompaña. Auladell ha
sabido introducir el clima desolado del protagonista, y marcar unas imágenes en
tonos neutros para resaltar, de vez en cuando, destellos de color que centran
la atención. De trazo vigoroso, casi picassiano, el artista crea imágenes
dibujando y al mismo tiempo marcando zonas coloreadas que ofrecen una calidez
perturbadora.
Excelente, pues, esta
edición, a la que se suma una buena traducción, que nos confirma la trayectoria
de esta editorial, empeñada en editar libros que son verdaderas obras de arte.
Joseph Roth ( Brody, 1894-París, 1939) fue un
novelista y periodista austriaco de origen judío, considerado como uno de los
más grandes escritores centroeuropeos del siglo XX. Mundialmente conocido por
su novela La marcha Radetzsky,
escribió múltiples artículos para la prensa europea y un buen número de
novelas. La amarga
experiencia del derrumbamiento del mundo de los Habsburgo y sus consecuencias
psicológicas, así como la obligada marcha de los judíos de Europa central hacia
Occidente, fueron desde el inicio los temas centrales en su obra. En 1933,
emigró a Francia, donde murió alcoholizado.
Ariodante
Junio 2014