JOHN WILLIAMS
Ed. Baile del sol, 2013
Tremenda novela en la que Williams disecciona no solo el alma humana
sino la vida en su aspecto más dramático: la soledad de la persona frente a la
sociedad y el mundo en general, la soledad en cuanto a afrontar su propia vida.
Y es terrible porque lo que nos cuenta es demoledor, de tan real;
inevitablemente cotidiano. Aunque esté ambientada entre el comienzo y la
primera mitad del siglo XX, la narración, con pequeños cambios de ambientación,
podría ser perfectamente actual. Se sigue aislando al “diferente”, al que no se
comporta como todos, al que se ocupa de sus asuntos y va a su aire. No es demasiado
comprensible, sin embargo, cómo el protagonista da el salto de la mentalidad
agraria y campestre a la literatura. Casi parece sernos descrito como una
transfiguración, una visión que transforma a William (nombre tampoco casual,
hay elementos autobiográficos en esta novela) y le hace penetrar en los
secretos de las palabras. Una especie de “caída del caballo” al modo de San
Pablo.
La historia es la de un hijo de granjeros
de Missouri que sale del campo y se sumerge en el mundo universitario de Columbia,
una pequeña ciudad de Missouri. Con la idea originaria de que su retoño aprenda
mejores técnicas de Agricultura, que revertirán en la mejora de la granja, los
padres de William lo envían a la Universidad. Pero allí ocurre un cambio, el
chico descubre que hay otras cosas que le atraen profundamente más. Un mundo
nuevo: las palabras. Y abandona padres, granja, proyectos y futuro.
Este es un nuevo mundo en el que, fuera de
los libros y un par de amigos, William no sabe nada, y mucho menos, de las
mujeres.
Así, la primera mujer que le mira se convierte en la dama de sus
sueños. Todo va muy deprisa y de la noche a la mañana William Stoner se
convierte en un esposo (y más tarde en padre) con demasiadas responsabilidades
y muy pocas satisfacciones. La existencia de este hombre se va retrayendo cada
vez más, para defenderse de las agresiones externas, aunque las
responsabilidades y las culpabilidades se le vayan sumando sobre sus ya
desmejorados hombros. Paulatinamente se va atrincherando en los libros, en la literatura,
en el mundo de las palabras y en el mundo académico, en su trabajo como
profesor. La esposa, los padres, la hija, el hogar, todo va distanciándose
(contra su voluntad, pero William es un hombre tranquilo, podríamos decir) y
haciéndole enrocarse en un duro caparazón, del que sale en una breve etapa al
descubrir el amor, la pasión amorosa. Pero esto tampoco se le permitirá. Toda
su vida es un acumulo de frustraciones y fracasos, salvo su constante refugio:
su trabajo como profesor. La descripción de la vida académica universitaria,
que el autor conoció durante muchos años, es una vivísima disección, un retrato
fiel, dramáticamente realista...y lo peor es que no parece haber cambiado
demasiado, incluso en la europea y no digamos, la española. Intrigas,
presiones, ambiciones y luchas por el poder. Todo un reflejo, en miniatura, de
la sociedad.
La vida de Stoner es presentada al lector
por diversas facetas (la campestre, los comienzos estudiantiles, el noviazgo y
boda, el trabajo de profesor, el affaire con Katherine, etc.) por orden
cronológico y desde un narrador impersonal, pero eligiendo el punto de vista de
Stoner. No sabemos lo que piensa Edith, ni Grace, ni los demás personajes,
aunque podemos deducir muchas cosas de los hechos que se nos muestran. Tampoco
sabemos demasiado del pensamiento de William. A veces parece que siga una
corriente vital, sin plantearse nada, como si estuviera fumado, dejándose
llevar, como un canto rodado...like a rolling stone.
Lo que vemos en el desarrollo de la
historia es que un hombre sencillo, honrado, que sigue su camino, es acosado
por todos aquellos que le rodean; de un modo muy sutil a veces, de un modo
violento y directo, otras. Y su refugio siempre es la literatura, que es el
mundo que ha elegido ( a veces nos queda la duda de si es la literatura la que
le ha elegido a él). Con los libros vive y con los libros muere. Por lo demás,
a pesar de estar siempre rodeado de gente, la soledad es su única compañía.
John Williams (Clarksville, Texas, 1922 - Fayetteville, Arkansas,
1994) fue un escritor estadounidense principalmente conocido por sus novelas Stoner,
Butcher’s Crossing y El hijo
de César, aunque también se dedicó a la poesía. Nació en una pequeña localidad tejana, Clarksville,
Después de desempeñar varios empleos se enroló en el ejército en 1942, durante
dos años y medio, sirviendo en la India y Birmania. Tras la Segunda Guerra
Mundial fue a la Universidad de Denver, donde obtuvo su título de bachelor en 1949, y el master, en 1950. Durante este periodo
publicó su primera novela, Nothing But
the Night (1948), y su primera colección de poemas, The Broken Landscape (1949). En otoño de 1950 Williams fue a la
Universidad de Missouri, donde ejerció como profesor y obtuvo el doctorado en
1954. En 1955 pasó a dirigir el programa de escritura creativa de la
Universidad de Denver. Tras jubilarse en 1986, Williams se trasladó con su
mujer a Fayetteville, Arkansas, hasta su fallecimiento.