EL ALIENTO DEL
LOBO
GUILLERMO GALVÁN
Algaida, 2014
Guillermo Galván es un escritor que se crece en las distancias
cortas. También el autor es experto en tramas psicológicas, de lo cual esta
novela es un buen ejemplo. Novela que, por cierto, ha recibido el XXXIII Premio
Felipe Trigo de Narración corta. Hace
diez años Galván había obtenido otro premio Felipe Trigo –en este caso, de
novela- con "De las cenizas". Este es texto
en el que la lectura se hace de un tirón, las palabras están usadas de modo
exacto, no sobra ni una; la acción, sin ser aparatosa, es suficientemente ágil
y atrapa al lector.
Thriller psicológico, pues, con eje literario: literatura sobre
literatura, rizando el rizo en torno a la figura del autor, y moviéndose, como
en Cuida de Chester,( Evohé,
2013), novela con la que guarda muchas
semejanzas, entre la realidad y la ficción, entre la cordura y la locura. La
narración está dividida en tres partes: Primer
aullido, Acecho y El aliento en la
nuca. Todos ellos títulos inquietantes, y aún más inquietante será el
desarrollo de la acción, porque no podremos imaginar cómo se va a ir
desenrollando la conflictiva madeja que los personajes han urdido a lo largo de
los años. No podemos creer que hayan complicado hasta límites insospechados un
hecho aparentemente simple: dos amigos escriben –a cuatro manos- historias que
firmarán con un solo nombre: Guillermo Chao.
Luismi y Pablo, cuyas vidas y caracteres son polos opuestos, se
ponen de acuerdo en crear un personaje al que hacen pasar por autor de las
obras que ambos escriben, en connivencia con un amigo editor, Mario. Solo ellos
tres –ni siquiera la esposa de Luismi lo sabe- conocen la ficticia identidad de
Chao, y se ocupan de que nadie más la conozca, haciéndole pasar por un tipo a
lo Salinger, que ni se deja fotografiar, ni entrevistar, y solo de modo muy
controlado se publicitan sus obras. Sin embargo, las obras resultan ser buenas,
y se venden bien, con lo que se crea una situación en la que todo parece ir
sobre ruedas: lo que comienza como un divertimento se convierte en un hecho
notable…hasta que empiezan los problemas. Por lo pronto, el único testigo de la
farsa, Mario, tiene un accidente y muere. Luego…mejor, lean el libro. Porque
les aseguro que no pueden ni imaginarse cómo va a acabar la historia.
Efectivamente, con las diferencias obvias, tiene esta narración
mucho que ver con “Cuida de Chester”,
en la que desarrolla también una trama de intriga psicológica donde en ese caso
son dos mujeres, dos amigas, las que tejen la madeja. Vemos, pues, una serie de
temas que se mezclan y que van surgiendo en la narración: identidad/duplicidad
o bipolaridad; la borrosa frontera
entre realidad y ficción; el tema del autoría, la creación literaria…¿Qué es lo
que hace de alguien un escritor? ¿Proyecta el escritor su yo en lo que escribe
o más bien extrae un yo nuevo, oculto, casi un “ello” freudiano? ¿Qué nivel de
realidad tiene un personaje literario? ¿Cómo percibe el lector a los personajes
de una novela? ¿Hasta qué punto un personaje puede reflejar al autor? ¿En qué
consiste realmente, la creación literaria? ¿dónde acaba la genialidad y empieza
la locura? ¿Es la creación una forma de psicosis?
Demasiadas preguntas para una novela corta, dirá
más de uno. Quizá, pero las preguntas surgirán tras la lectura, que, además de
hacer pasar al lector un buen rato y seguirla con interés, le hace reflexionar
un poco, mientras digiere lentamente lo que acaba de consumir, literariamente
hablando.
Guillermo Galván Olalla, (Valencia,
1950) es periodista y escritor. Desde 2005 se dedica en exclusiva a la
narrativa. Comenzó su tardía actividad literaria en 1998, con la primera de sus novelas, La Mirada de Saturno. Tras ella,
ha publicado El aire no deja huellas (finalista del Rodrigo Rubio 2001), Aislinn-Sinfonía de fantasmas (premio
Río Manzanares 2002), De las cenizas
(premio Felipe Trigo 2003), Llámame Judas (premio Alfonso VIII de la Diputación de
Cuenca), Antes de decirte adiós
(2009) y pasó diez años investigando y documentándose para escribir Sombras de mariposa (2010),
que trascurre en el último tercio del siglo XI, y por la que ganó el premio
Hislibris a la mejor novela histórica 2011. En 2013 ha publicado Cuida de Chester y la presente novela
corta.
Ariodante