MERCEDES GALLEGO
MORO
Autoedición, 2013
En esta
novela, primera de una trilogía con la misma protagonista, la autora quiere
destacar la visión femenina de una actividad hasta esa época reservada a los
hombres, colocando como figura principal a Candela Luque, una joven estudiante
a punto de licenciarse en Derecho, que participa con la policía en ese primer
grupo femenino cuyas pruebas piloto empezaron en 1975, cuando hubo una
convocatoria a las integrantes de los cuerpos de oficinas del entonces
Ministerio de la Gobernación para formar lo que llamó Grupo Especial de Policía
Femenino.
La trama tiene
como marco el año 1976, con una situación política de España muy inestable, preñada
de cambios y apuestas para el futuro, pero también de peligros. Los partidos políticos,
aún clandestinos, hacen sus movimientos en previsión de su salida a la
superficie, el aparato policial y
militar se empieza a reestructurar, pero los cambios son lentos y cuesta
modificar ciertas costumbres. La llegada de una joven con nuevos aires, ideas
frescas y métodos muy personales revoluciona un poco a sus compañeros y
superiores en la sección Homicidios de la Brigada Criminal, que es donde
Candela ha pedido ser destinada. Candela
tiene como jefe a Andrés Salgado, que aunque da el aspecto de duro, tiene
cierta tolerancia y afección hacia la joven aspirante a policía. También Candela cuenta con una politizada
amiga, Julia, que pertenece al PSUC, con la que discute de política pero cuando
se trata de amistad le ofrece un apoyo sincero y decidido. Luego hay toda una
serie de personajes secundarios, que aportan luces y sombras a la narración.
Distintos son
los escenarios en los que se desarrolla la acción: Barcelona, que es la sede de
operaciones y la residencia de Candela (aunque su ciudad natal sea Málaga,
donde viven sus padres); Tenerife, donde se desplaza Candela buscando pruebas
para su investigación; Madrid, y también una breve mención a Portugal.
El narrador es
omnisciente y universal, pero adopta según qué momentos, los puntos de vista de
unos y otros personajes, sin perder de vista que la figura eje de la narración
es Candela. El lenguaje varía según quien hable: los delincuentes tienen su
jerga, la policía también, y también los estudiantes, politizados o no, usan un
particular lenguaje. Se reflejan las
dobles posiciones de muchos personajes en una época en la que los “cambios de
chaqueta” estaban a la orden del día. La corrupción, lacra social que ha
existido desde que el poder tomó forma en la sociedad humana, también aparece aquí.
La acción en
general discurre pausadamente, a veces quizá un tanto lenta; pero también tiene
algunos momentos más tensos y de fuerte dramatismo. Una joven aparece asesinada
en un hotel. Se inician las investigaciones, en las que Candela entra casi por
casualidad, implicándose emocionalmente después, hasta que surgen otros hechos
que perturban el caso. Intervienen instancias superiores y los policías (incluida Candela) ven cómo se paraliza o se
ignora el hecho principal, que es la vida humana. Pero la joven aspirante a
policía no se resigna a olvidar.
Mercedes
Gallego, que reconoce haber vivido personalmente muchas de las situaciones, revela
en su blog personal la idea de cómo surgió la novela: “La serie recrea un hecho
histórico transcendental para la igualdad de la mujer, que tuvo lugar en 1979,
una vez aprobada la Constitución que reconocía la igualdad de sexos. La
promoción de policías que salió de la Academia en la primavera de ese año,
incluía mujeres. (…)Pues bien, ese año 1975, cuando Franco ya había muerto, nos
regaló una treintena de mujeres que había acudido a la convocatoria. Este fue
tal vez el motivo por que a primeros de
1976, todavía se hallaban realizando tareas de oficina, puesto que en la mente
de algunos ya debía cocerse la idea del cambio que España iba a experimentar.”
La novela se
lee bien y es amena, aunque quizá haya demasiada insistencia sobre la realidad
política del momento, marcando mucho la línea de la narración. Es cierto que
fue una época de gran importancia para toda la historia posterior española. Sin
embargo, lo que prima es la trama policiaca, sin duda. El marco tiene fuerza,
pero sigue siendo marco. La serie de Candela Luque continúa, por el momento,
con dos novelas más: Matar al mensajero (2014)
y La Trampa(2015). Las tres han sido
autoeditadas y pueden encontrarse en Amazon. Acaban de ser revisadas este mes.
Mercedes Gallego Moro (Alcázar de San Juan, Ciudad Real) es funcionaria
del Estado desde 1968, formó parte del Grupo Especial de Policía Femenino
creado en 1975, una experiencia piloto, ya que hasta el momento era un campo
vedado a las mujeres. Después pasó a otros destinos de la Administración,
siendo el último el CSIC. Inició su andadura como escritora en 2006, aprovechando
su conocimiento del medio para sus novelas, de corte policiaco y de intriga.
Ariodante
Junio 2015