TODOS LOS
HERMOSOS CABALLOS
Título original: All the Pretty Horses,1992
Cormac McCarthy
Trilogía de la frontera 1
Random House Mondadori, 2008
El joven protagonista de esta narración,
John Grady Cole, solo tiene 16 años como el protagonista de la segunda novela
de la trilogía, Billy Parham, y también es de Texas. Las desavenencias
familiares y la muerte de su abuelo, con la posterior venta de la granja de San
Angelo, donde ha vivido hasta el momento, son el detonante para que el muchacho
monte su caballo, Redbo, y junto a su
amigo Lacey Rawlins, sobre su caballo
Junior, cabalguen marchando hacia el sur. Y al sur está México. No hay
objetivos, no hay planes, sólo partir, marchar, poner tierra por en medio y
desaparecer por un tiempo indefinido.
Acaba la década del los cuarenta del siglo
XX, y la acción se desarrolla en menos de un año. Un año donde el aprendizaje
de John es intensivo y las emociones fuertes.
La amistad entre Lacey y John es un lazo
indeleble, aunque no estén de acuerdo en todo, pero se respetan y siguen juntos
en lo posible.
Sin embargo, un tercer personaje, un
adolescente (como el Boyd de En la
frontera) será el desencadenante de todos los problemas: Jimmy Blevins, que
junto a su extrema juventud añade un caballo demasiado bueno para él. La
sospecha de haber sido robado es inevitable, pero finalmente, Jimmy se une a
los dos amigos y les sigue en su camino al sur, aunque, tras diversas
incidencias, se separa de ellos y le pierden de vista.
John y Lacey llegan a una Hacienda
importante, la de Nuestra Señora de la Purísima Concepción, donde piden trabajo
y son admitidos como domadores de caballos y vaqueros. Son muy jóvenes, pero ya
se comportan como adultos en la faena, demostrando que no sólo saben manejar
caballos sino que los aman, son una verdadera pasión. Toda la segunda parte del
libro está dedicada al tiempo que pasan ambos en la Hacienda, a sus relaciones
con el Patrón …y con su joven y bella hija.
La tercera parte del libro es la más
violenta y cruel, donde se desatan terribles acontecimientos que supondrán para
los dos amigos la entrada en un mundo infernal, donde la lucha entre la vida y
la muerte es constante y para sobrevivir han ser tan brutales como los que los
rodean.
La cuarta y última parte de la novela
narra el retorno a Texas y las despedidas. Con unas breves paradas por el
camino, para recuperar aquello que era suyo. John ya ha entrado en la edad
adulta por la puerta grande, afrontando la libertad, y también la soledad
correspondiente.
Como casi todas las de McCarthy, la novela
deja un sabor amargo, con algunas pausas dulces, destilado a lo largo de la
lectura, pero concentrado en el final. Sus personajes son errantes,
desnortados, jóvenes aspirantes a adultos que si bien no tienen muy claro su
destino, sí saben defender lo que consideran suyo: los caballos. La relación
con los caballos es casi humana: tienen nombre (identidad), son cuidados y
arropados como algo muy querido, representan compañía para el hombre solitario,
que es capaz de cualquier cosa para mantenerles consigo.
Cormac McCarthy |
El estilo es seco, cortante, con cantidad
de locuciones en español (en el texto original), con la información relevante
para la acción, pero sin dar demasiados detalles previos o adicionales.
McCarthy crea un universo propio, en el que la naturaleza juega un papel
preponderante: la relación del hombre con los animales es casi la propia de un
animal con sus congéneres. El hombre es cazador, caza para vivir, pero también
es amigo de los animales, sobre todo de aquellos con los que convive: los
caballos. Universo que no se entendería en Europa, (salvo, quizá, en Rusia…)
muy propio de América, y mucho más de las grandes zonas donde la naturaleza sigue
reinando y marcando sus normas.
Fuensanta
Niñirola