GEORGES ARNAUD
Prólogo de José Jiménez
Corbatón
Trad. Encarna Castejón
Ed. Contraseña, 2011
Este relato, publicado en 1950,
traducido a veintiún idiomas y unas ventas de dos millones de ejemplares, fue adaptado
al cine por Henri-Georges Clouzot, interpretada por Yves Montand y galardonada
en 1953 con el Gran Premio del Festival de Cannes. El material para escribir
esta obra se lo proporcionaron los años que Arnaud vivió en Hispanoamérica,
entre 1947 y 1949. La obra de Arnaud no puede evitar la impronta de las angustiosas
experiencias de su juventud. Su propia vida fue dramáticamente novelesca.
Georges Arnaud (Montpellier, 1917-Barcelona, 1987) seudónimo de
Henri Girard, escritor y periodista francés cuya azarosa vida le proporcionó
experiencias más que suficientes para la ficción. En 1942, su padre, su tía y
una criada fueron hallados asesinados en la residencia familiar, y Arnaud fue
acusado de parricidio y encarcelado durante 19 meses hasta ser absuelto en 1943.
Gastó la herencia familiar en tres años, viajando a Venezuela y otros países
hispanoamericanos entre 1943 y 1949, donde llegó a llevar una vida precaria,
realizando toda clase de empleos, -al modo de los dos americanos de El tesoro de Sierra Madre-, experiencia
que le serviría para sus escritos posteriores. De regreso a Francia, de polizón
en un mercante, escribió El salario del miedo, relato
sobre unos perdedores miserables que aceptan transportar un cargamento de
nitroglicerina por las tortuosas carreteras de una república latinoamericana a
cambio del dinero que los va a sacar de allí. Publicada en 1950, traducida a 21
idiomas y con dos millones de ejemplares vendidos, adaptada al cine por
Henri-Georges Clouzot, con Yves Montand como protagonista y premiada en 1953 en
Cannes. Arnaud pasó por cuatro matrimonios, realizó actividades periodísticas
diversas, vivió en Argelia entre 1967 y 1975, apoyando al FLN y denunciando la
política francesa en aquel país, y en 1985 se trasladó a Barcelona, donde
falleció dos años más tarde.
Como los protagonistas de El tesoro de Sierra Madre, de B. Traven,
los personajes de El salario del miedo
son seres miserables, desesperados, con pasados tortuosos que no quieren
recordar y futuros tan negros que no se atreven a imaginar. Viviendo en
condiciones humillantes e indignas, perdidas las ilusiones y las esperanzas,
únicamente aspiran a salir del miserable rincón donde están atrapados por su
indigencia, y la salida significa dinero o muerte. Y este es el dilema sobre el
que gira el relato. La lucha desesperada por el dinero que implicará la vida,
bordeando en todo momento la muerte, que es el reverso de la moneda. El miedo,
la anticipación de la muerte casi segura, tensa sus músculos y sus mentes,
desarrollándose una lucha terrible, contra las condiciones adversas –un camión
cargado de dinamita, un sabotaje, una carretera infame, la negra noche ….y con la naturaleza humana:
la traición, la soledad, el pánico. La tensión del relato llega a límites
insospechados, la brutalidad, el instinto de supervivencia convierte a los
hombres en poco más que animales, en bestias que compiten por llegar a la meta,
salir, escapar a toda costa, caiga quien caiga.
El relato, en tercera persona,
alterna partes escritas en pasado y partes en presente, incluso pasa a la
segunda persona al final, cuando en su delirio, Gérard habla consigo mismo y
con los fantasmas que pueblan la cabina de su camión mientras lucha por
mantener el volante firme y los ojos abiertos. El autor marca siempre una fría
distancia respecto a los personajes y la descripción de la acción y el paisaje.
Como si estuviésemos mirando a través de un ventanuco pero a la vez fuésemos
partícipes de la acción, que nos envuelve por momentos; como si quisiera, con
ese alejamiento, aumentar el clima de soledad y de aislamiento en que se
encuentran los protagonistas de esta terrible historia. Gérard (alter ego del
autor); el rumano Johnny, su compañero de cabina; Juan el anticlerical, Luigi,
y Hans Smerloff, compiten para vivir, matando si es preciso, muriendo en el
intento de escapar de una vida que no merece la pena ser vivida. El miedo a la
muerte es inmenso, pero más inmenso es el miedo a la vida, a las condiciones
denigrantes y deplorables que han de vivir. El miedo, como llega a decir el
autor del prólogo, es el verdadero protagonista. Y yo diría más: el miedo y la
muerte. “Un miedo que paraliza, que
enloquece, que modifica las relaciones y los comportamientos humanos, que destruye. Es un miedo que se anuncia.- nos
dice Giménez Corbatón en el prólogo- La
traición, la degradación moral que se esconde detrás de los comportamientos
marcados por el egoísmo más radical, el sálvese quien pueda, es otro de los
leit-motiv del relato.”
Relato que se lee de un tirón,
sus apenas ciento setenta páginas nos mantienen en un verdadero estado de
catarsis, y realmente acabamos agotados tras su lectura, porque vivimos el
esfuerzo de los protagonistas, su éxito y su fracaso, y sentimos profundamente
su miedo: a la muerte y a la vida.
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