O.HENRY
Trad. José Manuel Álvarez Florez
Ed. Nórdica Libros, 2012
William Sidney
Potter, O.Henry, (Greensboro,
1862-Nueva York, 1910) es un magnífico fabulador, con una buena dosis de humor
y de fina ironía, a la vez que maneja el lenguaje con agilidad y gran
imaginación. Nacido un once de septiembre hace ahora 150 años, llevó una vida
irregular, incluso pasó por prisión unos años, y finalmente vino a recalar en
la Gran Manzana, donde pasó la última década de su vida, y que le dio material
para una ingente cantidad de relatos, a cual más atractivo. De hecho, sus
relatos han sido llevados al cine en muchas ocasiones.
En esta ocasión
Nórdica recoge diecisiete relatos que giran alrededor de la Cuidad por
excelencia, la Nueva York de principios de siglo, muchos de los cuales los
conocemos por su versión en la pantalla grande, pero cuya lectura se hace
sumamente placentera. Todos tienen, como es habitual en él, un sorprendente
final, un toque de gracia, una vuelta de tuerca que cambia el relato por
completo. Pueblan sus páginas personajes cotidianos, gente corriente, a la que
de pronto, sucede algo inesperado.
Historias de
reencuentros, de viejas amistades o amores, entrañables y emotivas como la de
la joven que mecanografía menús para un restaurante mientras piensa en su
amante, al que cree perdido; o la de la enferma que no quiere vivir mientras ve
como van cayendo las hojas de una enredadera y está convencida de que, al caer
la última, morirá. El cochero que pasea una dama sin darse cuenta de quién es,
como el atolondrado corredor de bolsa y su secretaria; la maravillosa historia
de una pareja pobrísima que, empeñada en hacerse mutuamente un regalo navideño,
no duda en sacrificar lo mejor de sí misma, con resultado paradójico. La
hilarante y a la vez curiosa historia del vagabundo que desea pasar el invierno
a expensas del sistema penitenciario, protagonizada en el cine por un
espléndido Charles Laughton. La pareja que desea fugarse y ante la oposición
del padre de ella, intentan conseguirlo
por todos los medios a su alcance, mientras que un tercero, amante
despechado, trata de impedirlo con resultado sorpresa. El príncipe-mendigo de Central Park y un problema de relojería, en
el que el futuro de un amante se decide por una cuestión de minutos. El drama
de la habitación de los suicidas; la historia de la mujer adoptada por una
ricachona que a la vez sufre graves accesos de tacañería; la deliciosa historia
de amor incipiente con una puerta verde por medio; la confusión entre un ladrón
y un doble casual, y los problemas que acarrea; la esposa echada en falta
cuando está ausente e ignorada cuando está presente…
Todas ellas
conforman un conjunto con un común denominador: Nueva York, como marco, como
hogar de todos esos personajes entrañables, amables u odiosos, caraduras o
ingenuos, ricos o pobres, pero muy reales.
Libro imprescindible para el amante del relato,
para el amante de Nueva York y para el que disfruta con la buena literatura.