CONTEXTO PARA UNA TARDE VALENCIANA.
«Los libros son la riqueza atesorada
del mundo y la adecuada herencia de generaciones y naciones. Sus autores son la
aristocracia natural e irresistible de cualquier sociedad y ejercen en la
humanidad una influencia mayor que la de los reyes o emperadores.»
(Henry David Thoreau)
Tras mucho tiempo intentándolo, Almudena, de la Librería Ramón Llull,
ha conseguido lo que parecía imposible: reunir a los cinco miembros del grupo
editorial Contexto. Julián Rodríguez (Periférica), Luis
M. Solano (Libros del Asteroide), Santiago
Tobón (Sexto Piso) Diego Moreno
(Nórdica) y Enrique Redel
(Impedimenta) se presentaron en esta librería de Valencia, con el objeto de
charlar con todos aquellos lectores y amigos que nos interesamos por el estado
actual del mundo editorial, y presentarnos la perspectiva desde la que el grupo
aborda los diferentes retos que supone editar, y editar en papel, hoy por hoy. La
cita de Thoreau con que inicio el artículo figura en la bolsa que los editores
regalaron a los asistentes tras la charla, y me parece toda una declaración de
principios.
Alrededor de 2006 comenzaron a
relacionarse como grupo, por amistad personal entre sus miembros. Todos se
conocían, todos tenían entre manos el tema de la edición, y se reunieron inicialmente
en torno a una revista. Viendo que tenían problemas comunes, decidieron asociarse
para compartir las soluciones: acceder a las carísimas casetas de las ferias,
publicitarse, distribuir sus libros, intercambiar correctores y traductores, y
solucionar en grupo muchos detalles que son necesarios para que el lector
pueda, finalmente, disponer de un ejemplar en mano, y que las pequeñas
editoriales aisladamente tienen dificultades para afrontar. En 2008 recibieron
el Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural.
Diego, Santiago, Luis, Julián y Enrique |
Sin embargo, cada una de las editoriales tiene
marcada una línea bastante definida, y el especial diseño que identifica a cada
una. Así, Nórdica publica
principalmente autores escandinavos,
polacos y rusos, clásicos y contemporáneos; Libros del Asteroide publica autores norteamericanos, canadienses o
de los países del este, entre otros; Sexto
Piso, tanto en su versión mexicana (que se creó primero) como la española,
tiene un amplísimo catálogo que alterna publicaciones de clásicos,
contemporáneos de los dos lados del atlántico y ediciones ilustradas; Periférica edita tanto ficción como
ensayo de autores italianos, portugueses, hispanoamericanos, franceses, etc. e Impedimenta parece preferir el ámbito
británico, aunque también introduzca a autores de otros orígenes, con ediciones de presentación muy atractiva y
colorista.
Los cinco tienen en común una
tendencia: prefieren editar traducciones de autores extranjeros, que no han
sido publicados en España anteriormente o lo han sido poco, dando a conocer a
muchos excelentes escritores que de otro modo no conoceríamos, o publicando
obras de clásicos que tampoco han sido suficientemente editadas en nuestro
país. Consideran que es un campo en el que aún queda mucho espacio por
rellenar, mientras que la edición de autores españoles ya la cubren tanto los
grandes grupos editoriales como muchas editoriales pequeñas. Ello no obsta para que también publiquen de
vez en cuando autores de habla española, principalmente hispanoamericanos. El
hecho de que principalmente traduzcan libros les mantiene a viajando mucho, rastreando
in situ novedades y obras menos
conocidas de autores clásicos, leyéndolos casi siempre en su idioma original
antes de darlo a los traductores. Tienen, por tanto, un equipo de
traductores al que procuran mimar y que
estén bien pagados, puesto que, según nos plantearon, se abusa mucho del
traductor y a veces se editan libros pésimamente traducidos porque se ha
recurrido a traductores mal pagados y por tanto de muy bajo nivel. La intención
del grupo es alternar buenos traductores con experiencia, con traductores
jóvenes que aporten savia nueva al equipo.
Definieron su trabajo
a diferencia de los grandes grupos editoriales, dejando muy claro que no tienen
nada en su contra, salvo que representan opciones distintas, y sobre todo, que
en parte los gigantes editoriales son responsables de la exagerada invasión de títulos, a modo de gran burbuja, que inundan las
librerías y las grandes superficies, dejando a veces al lector más confuso
respecto a calidad y contenidos. Mientras aquellas son editoriales de novedades
que, pasado un tiempo –cada vez más
breve- destruyen los libros o los pasan al mercado secundario, sin darles
continuidad, Contexto es un conjunto de editoriales de catálogo, cuyos libros
siempre están disponibles, que cuidan mucho la presentación y fomentan la
especialización, creando un público lector habitual de sus libros ―público con
el que intentan conectar en lo posible―, que sigue la línea que cada editorial
va trazando en la elección de autores. Mientras que las grandes se mueven con
nombres archiconocidos y famosos, apostando sobre seguro, ellos se
arriesgan con autores que consideran novedosos y de calidad pero desconocidos
en España, lo cual implica un peligro que a veces pueden causar problemas; sin
embargo, la idea es precisamente publicitar a esas figuras que todos consideran
de calidad literaria, tanto clásica como contemporánea. Un tipo de literatura a
veces inclasificable, ajena a géneros y etiquetas, pero cuyas obras son elegidas
por considerarlas valiosas.
Resaltaron asimismo la
importancia de todas las partes que conforman el libro: autor, traductor, editor,
distribuidores y libreros…y que deben conjugarse equilibradamente para que el
producto final sea satisfactorio. De hecho, mantienen una relación especial con
su distribuidora, UDL, a la cual hacen partícipe de sus proyectos –mediante
reuniones periódicas- y comprueban que
saben lo que tienen entre manos. No son meros transportistas, sino que reciben
explicaciones sobre los catálogos y saben qué están distribuyendo. Esto parece
un punto importante, porque el fallo de muchas distribuidoras es que se limitan
a la parte exclusivamente técnica, dejando la informativa a la editorial, que
al estar alejada, no puede mostrarse más que a través de newsletters. El contacto humano es altamente recomendable, en todos los
niveles del proceso. Con los libreros también procuran mantener una relación
bastante directa, según afirmaron, y de
hecho mantienen apuestan por el librero que retome su antigua presencia como
lazos estables con unas cincuenta librerías de toda España. Intentan volver la idea del librero como una figura que preste consejo al lector, que
sugiera lecturas o aconseje autores según las preferencias del cliente, frente
a la librería como mera dispensadora de libros.
Sin embargo, no parecen muy
interesados –ante nuestras preguntas― hacia el tema del libro digital, que unos
editores del grupo contemplan y otros no; consideran que como contrapartida
ante la eclosión digital se sienten más motivados a cuidar enormemente sus
ediciones, a incluir colecciones ilustradas, aspecto que en el libro digital
aún no está muy desarrollado.
Preguntados por el público en
cuanto a la cantidad de libros que publican al año, ésta oscila entre los 17 de
Libros del Asteroide, los 26 de Impedimenta y los 30 de Sexto Piso (sumando la
sección mexicana a la española). Esto conlleva un esfuerzo enorme, puesto que
son muy pocos miembros los que conforman cada editorial.
Las relaciones con Hispanoamérica
también ocuparon mucho espacio en la conversación, puesto que todos ellos
mantienen unos lazos importantes con muchos países americanos, aunque marcando sus diferencias; no es lo mismo Argentina, Chile o México que otros países
como Venezuela, Bolivia, o Perú, por poner un ejemplo. Distribuyen a todos
estos países, enviando los libros desde España, y nos contaron muchas
experiencias, las peculiaridades de los lectores americanos y los españoles,
las versiones en cada país, etc.
En suma, una charla distendida en
la que se valoró sobre todo las bambalinas de la edición, la relación con los
distintos factores que la componen; en su caso, dado el tipo de libro que
preferentemente editan, prima la
traducción; el papel del autor se percibe más lejano, y la relación más
importante la tienen con los traductores e ilustradores, ya que con los autores
extranjeros la relación no es tan directa, sino por intermediación de agencias
u otras editoriales extranjeras, generalmente.
Sin embargo, ellos participan en
ferias nacionales e internacionales, compiten con los grandes grupos y
distribuyen sus obras en los mismos espacios que las grandes cadenas, o sea,
están en el mercado. Por el contrario, noté la insistencia en no perder la
relación personalizada lector-librero, lector-editor, editor-
autor/traductor/ilustrador. Esa relación personalizada es la que se ha tendido
a perder en las grandes editoriales, de ventas masivas y cuyos objetivos (a
veces, no siempre) pueden primar la parte económica sobre la calidad literaria.
Con las libreras de Ramon Llull, Gaia y Shalakabula |
La demarcación de cultura literaria
como algo que supera la relación puramente económica, es un tema que salió
varias veces en la charla, pero no enfrentándolo al mercado, que resulta
inevitable y necesario: las editoriales son empresas al fin y al cabo, y han de
cumplir una serie de requisitos económicos. Se realiza un trabajo y ello cuesta
dinero, tiene un precio. Todo esto es obvio. Sin embargo, por parte de todos se
manifestaba el deseo que no desaparezca el concepto de bien cultural bajo la faceta mercantil. Es decir, ya que la
literatura y el arte tienen inevitablemente que moverse en una sociedad de
mercado, que entrelaza al valor cultural un valor comercial, la posición del grupo es la de
evitar ahogar el valor cultural, potenciándolo frente al aspecto
puramente económico, tratando de «humanizar» las relaciones que llevan al
producto final ―el libro―, generando libros con un buen nivel de calidad literaria
y de contenidos, tratando de ampliar los espacios culturales, promocionando
autores, etc., etc.
Los libros son
riqueza atesorada, como dice la cita de Thoreau del principio de este artículo, riqueza
cultural. Una riqueza que debemos proteger y mantener, que debemos transmitir.
Y en esta tarea están estos cinco editores. ¡Enhorabuena!
Enlace con la declaración de principios del grupo editorial:
De ella, extraemos: Contexto es una plataforma de editores que se preguntan a diario, que a diario reflexionan sobre la tarea que acometen, la profesión que han elegido. Ello, creemos, ofrece una garantía: nunca nos conformaremos, o lo que es lo mismo: nunca desistiremos. Pues sabemos también que la edición es resistencia, y que necesita de algo que ha construido en buena medida esta asociación: el entusiasmo, que, como dijera el clásico, es siempre el mejor compañero si va aparejado con el rigor.
Diciembre 2012