GUÍA DEL MUSEO L'IBER.
Palacio de Malferit, Valencia.
Ayer, día 7 de febrero, pude asistir a esta presentación, cuyo magnífico reportaje gráfico adjunto, y me resultó un acto muy agradable, donde se nos informó de modo ameno y simpático de datos históricos sobre este espacio que tantas veces he visitado y del que aún desconocía mucho.
Tanto Alejandro Mohorte como Fernando Boán-Montenegro, componentes de la mesa junto a Alejandro Noguera, aportaron detalles técnicos sobre la historia del Museo como sobre la fabricación y conservación de las miles de piezas que contiene. Datos curiosísimos y de gran interés.
Alejandro Noguera Borel puso con su intervención el broche más importante, que no careció del entrañable recuerdo de su padre, D. Alvaro Noguera, creador del Museo y constante ampliador de la colección heredada del abuelo. Emotivos detalles, como saber que muchas piezas del Museo han sido los juguetes tanto de D. Álvaro como de Alejandro, trufaron su intervención. Y sin embargo, el Museo no debe entenderse como un museo de juguetes: constituye todo un mundo, una historia en miniatura, reproduciendo hasta sus más mínimos detalles no sólo batallas famosas sino hechos importantes de la historia y momentos estelares, que diría Zweig, de la humanidad.
El espacio del Museo, que además es la casa familiar, tiene una larguísima historia que se remonta a una primera alquería recibida por el Marquesado de Malferit en 1277 a raíz de la conquista de Valencia por Jaime I. Desde entonces, han habido múltiples edificaciones, ocupantes, reconstrucciones, en fin, hasta llegar a las manos de la familia Noguera, que siendo aficionada a coleccionar soldaditos de plomo hasta el punto de concentrar una cantidad verdaderamente importante, se plantea seriamente la creación del Museo.
Felicito, pues, desde estas líneas a Alejandro y a su familia, al Museo y todo el equipo que ha hecho posible su puesta en marcha, porque me parece una empresa titánica, un sueño hecho realidad, del que pueden considerarse, con toda la razón, orgullosos.