EL CORAZON DEL LOBO,
DE RAFAEL SOLER,
DE RAFAEL SOLER,
(EVOHÉ EDICIONES).
Día 6 de febrero 2013. Nueva velada literaria valenciana,
esta vez en la sala del Ámbito Cultural del Corte Inglés. El escritor Rafael Soler (Valencia, 1947) estaba
muy bien acompañado en la mesa: por una parte, la poeta María Teresa Espasa, conductora del Aula de Poesía, por otra el
escritor Ricardo Bellvesser,
director de la institución Alfons el Magnánim, y finalmente, el también
escritor Miguel Herráez, catedrático
de Literatura Española de la Universidad CEU Cardenal Herrera, y amigo personal
de Soler.
Previa introducción del acto a
cargo de Concha Prieto, la vital
presentadora y organizadora de los eventos que tienen lugar en Ámbito Cultural,
se dio voz a María Teresa Espasa,
que tuvo unas palabras muy emotivas para el autor, recordando su participación
el año pasado en el Aula de Poesía que ella dirige. Destacó en la obra de
Rafael Soler el engarce de su poesía con su narrativa. Y ya refiriéndose a la
obra, El Corazón del Lobo, comentó la
originalidad del texto, lleno de conversaciones cruzadas, saltos y retrocesos
en el tiempo, involucrando al lector en una obra imaginativa y retadora, que
narra la vida que perdimos
.
A continuación, Miguel Herráez contó cómo conoció a
Soler en los setenta, a raíz de la publicación de El Grito, su primera novela, que manifestaba una actitud de
rebeldía dinamitando la visión ortodoxa de la novela. Soler, según Herráez, iba
a su aire, sin pertenecer al boom literario de los setenta y ochenta. Sin
embargo, es un autor con la fuerza suficiente como para crear su propio mundo,
lo cual es un importante puntal en toda obra literaria. Afortunadamente tuvo el
apoyo de la Editorial Cátedra, con la que publicó sus primeras obras. Tras unos
años de publicaciones, premios y participación activa en la vida literaria,
Soler pasó unos años como el Guadiana, intencionadamente aislado, reconcentrado
en sí mismo para resurgir como el río con nuevos bríos. Treinta años después de
publicar por primera vez El corazón del lobo, vuelve a ser
publicada, en este caso por la Editorial Evohé en su colección Intravagantes.
Ricardo Bellvesser, finalmente, cerró el turno de las intervenciones
antes de que hablase el propio autor. Resaltó, citando a Gil-Albert, que no
importa lo que un profesional sea, sino lo que representa ante sus
contemporáneos y por ello, el crítico debe fijar su atención en el momento en
que surge una obra, en su contexto,
mirándola con ojos de un esteta y con los de un filósofo, a la vez. Así,
Bellvesser trazó un panorama de la época en la que se escribió esta novela: la
euforia democrática, la irresponsabilidad sexual, la eclosión política de los
socialistas, de las autonomías, la eclosión de una larga lista de escritores
españoles: Arrabal, Fernández Santos, Marsé, Mendoza, etc. Sin embargo, en ese
ambiente, la novela de Soler rompe con el contexto, es una obra verdaderamente intravagante, como muy bien se ha
escogido el título de la colección en la que se enmarca. La novela cuenta una
historia de amor, con todas las fases de éste, la lealtad y la traición, la
pasión y la indiferencia. Sin embargo, el protagonista del libro es,
decididamente, el lenguaje, dispuesto a renovar la narrativa española. Lenguaje
como vehículo; lenguaje que es también paisaje, discurriendo en un tempo muy
lento, eliminando las apoyaturas del
lenguaje directo, experimentando con los capítulos y las secciones dentro de
ellos, desconcertando al lector. Una escritura de verdad, tras la cual no queda nada…excepto la vida.
Rafael Soler intervino, muy brevemente, para terminar el acto. Y
nos dijo unas palabras sabias: ¿qué
somos? Lo que esta vida va haciendo
de nosotros: la suma de nuestros errores, más lo que quisimos ser y lo que
creemos ser. Y después hizo una bellísima alusión a su esposa, Lucía, a la
que dedicó un poema que escribió ¡en Javea! allá por los setenta y que no
publicó hasta 2009. Finalizó su intervención leyendo un fragmento de su novela,
un diálogo entre los dos protagonistas, Alberto y Ana. Una emotiva, entrañable
y conmovedora lectura, que nos dejó a los asistentes anonadados y emocionados.
Ariodante
Febrero 2013