DEVOTIO
GABRIEL CASTELLÓ
GOOD BOOKS, 2013
La presente
narración, editada ahora en papel por Good Books y previamente como e-book por B, continúa la saga de los Antonios
iniciada en una novela anterior, Valentia.
Tito Antonio Rutilo, anciano magistrado emérito de Valentia, recibe como regalo
durante la fiesta de Strenalia, unos
viejos textos, encontrados por su hijo Cneo en la basílica de Utica, (el Túnez
actual) En esos viejos rollos, su ancestro Lucio Antonio Naso, tres siglos
atrás, escribe a su padre, Cayo Antonio Naso, para contarle las aventuras
bélicas vividas durante los años (49-45 a.C) en los que, siguiendo al ejército
de Pompeyo, luchó contra las tropas de Julio
César. Este es el bloque central de la novela: las crónicas de la guerra
civil. Paralelas a los comentarios de Cesar,
comunes en cuanto a hechos y cronología, pero con una importante diferencia:
están escritos desde el otro lado, el lado de los derrotados, el de Pompeyo y
seguidores, principalmente Lucio Afranio (legado de Pompeyo en Hispania).
Contada por el joven
Antonio, la crónica se inicia desde su Beronia natal (la actual Rioja); tras alistarse
en las tropas de su tío Lucio Afranio con su primo Aulo como compañero de
andanzas, Lucio Antonio, criado entre
los indígenas e incluso adoptado nombre (Turibas), formará parte del ejército
indígena que se enfrentará a César en Ilerda y más adelante en Dirrachio, Farsalia,
Tapsos y Munda, sufriendo terribles derrotas. Lucio Antonio será testigo de toda una serie
de muertes: la de Pompeyo y otras muchas, entre ellas la de el propio hijo de
Pompeyo, Cneo. El compromiso que asume de defender la causa republicana, ―que
era la legalidad vigente― cuyo orden había subvertido César desde que cruzó el
Rubicón, es un compromiso que funciona como la devotio celtibera. Devotio es, pues, el concepto que
impregna toda la novela, que unifica la acción, el principio que rige las vidas
de los protagonistas de las dos narraciones que se intercalan a lo largo de las
páginas del libro. Devotio es el
concepto de lealtad a una causa, lealtad hasta la muerte. Matar o morir para
defender las propias convicciones, morales o políticas.
Alternando con la narración de Antonio Naso,
hay otro discurso, narrado en tercera
persona, que desarrolla otra devotio:
aquella que representaban los primeros cristianos cuando empezaron a ser
perseguidos cruelmente. De hecho, la novela comienza con un aperitivo amargo:
la matanza de cristianos ordenada por Diocleciano en Nicomedia, en 303 d.C., donde
muere torturado el tribuno de la cohorte palatina Gerontio (más conocido como San Jorge), tras negarse a oficiar los
sacrificios a los dioses romanos. Esata matanza da comienzo a una etapa de
terribles persecuciones en todo el imperio. Desplazando la acción a Hispania, el
descendiente de los Antonios de Valentia, participa como defensor en el proceso
que Publio Daciano, gobernador de la Tarraconense, inicia contra los
sacerdotes cristianos Valerio y Eutiquio de Osca (luego llamado Vicente/Vincentius, el vencedor), perseguidos por sus ideas religiosas contrarias a la
religión oficial del Estado, resultando Eutiquio finalmente torturado y muerto a
causa de esa lealtad. El paralelismo de la lealtad de Eutiquio ―y de todos los
cristianos― a sus ideas, tres siglos más tarde,
con la lealtad de Lucio Antonio a la causa republicana de Pompeyo, está
servido.
En el epílogo
final, destaca el autor lo que supuso la entrada en la escena política de la
Iglesia, ya legalizada: una vez en situación de poder, perseguían a aquellos contrarios
a la fe cristiana, tanto presentes como pasados (documentos, historias,
información) olvidando que siglos antes habían sufrido en sus carnes una
persecución a causa de sus ideas.
Así, la
estructura de la novela oscila entre dos lealtades, pero el peso mayor lo lleva
la guerra civil entre romanos. César aparece como un grandísimo estratega, pero
a la vez, como un enemigo terrible, odioso y odiado, al que los defensores del
orden anterior, tanto militares como senadores, detestan y temen. Los
conflictos entre los mandos y los generales afines a Pompeyo, Varo, Metelo
Escipión, el senador Marco Porcio Catón, el legado Cayo Escribonio, Léntulo, Tiberio Pacidio; el
caos tras la muerte de Pompeyo, las tensiones internas, la conflictiva alianza
con Juba, rey de Numidia, la traición del rey mauretano Ben Bocco, etc. todo
ello recrea el clima vivido entre las filas republicanas, reagrupándose derrota
tras derrota, y siempre con la imagen de César tras sus huellas, siempre
apareciendo cuando menos se le espera, como un espectro demasiado real. Las
batallas están descritas de modo inteligible, verosímil y fácil seguimiento.
Entrando en la
cuestión estilística, es en este aspecto en el que la novela adolece de ciertas
irregularidades. La densidad que ya de por sí tiene un contenido que abarca
tantos personajes y distintas épocas, (a pesar de incluir un extensísimo
listado de personajes, lo cual es un acierto) implica una dificultad de
seguimiento. A esa dificultad le sumamos la sobreabundancia de términos en
latín, a mi juicio innecesarios en una gran mayoría, sobre todo para una
lectura desde un idioma románico. Sin embargo, algunos nombres en latín son muy distintos y requieren una aclaración,
y de ahí las notas a pie de página. Podrían haberse colocado las traducciones
entre paréntesis, para eliminar las notas. En cuanto a los personajes de ficción, están bien imbricados con los
reales, las situaciones imaginadas son verosímiles. Sin embargo, las
descripciones son, a mi juicio, algo prolijas en su realismo. Sobre todo las de
las torturas y martirios cristianos, en mi opinión, demasiado vívidas y
cruentas, creando un verdadero malestar, porque salpican.
Tenemos, pues, una
novelación histórica que recrea bastante bien las épocas que trata, donde la ficción y la realidad se complementan bien, sumergiendo
al lector en ellas, a veces con un exceso en la cantidad de datos, pero sin llegar a estropear el ritmo de la lectura, transmitiendo al lector la emoción de muchos pasajes. En suma, una interesante visión de la guerra civil, una muestra del mundo romano, y los pueblos relacionados con ellos. Y una lúcida reflexión sobre la lealtad. O las lealtades, con el contrapunto de la traición y la venganza, la persecución y el odio al diferente, al que no piensa como yo.
Ariodante
TÍTULO: DEVOTIO
AUTOR: Gabriel Castelló
EDITORIAL: GOOD BOOKS
FORMATO: 13.5X21.5 CM
PÁGINAS: 790
ISBN: 9788494053474