EL RUIDO DE LAS COSAS AL CAER
JUAN GABRIEL VÁSQUEZ
ALFAGUARA, 2011
Cuando
las cosas caen, a veces hacen ruido y otras no. Caen como un suspiro, un soplo
o simplemente es su ausencia del lugar que ocupaban habitualmente, lo que nos
hace echarlas de menos o interesarnos por su paradero. A veces se rompen al
caer, aunque no necesariamente.
En
esta novela hay unas cuantas caídas, con resultados no siempre afortunados e
incluso dramáticos. La caída de toda una generación colombiana, la de los
setenta, aturdida y desorientada por el impacto masivo de las drogas y las movilizaciones sociales
de corte anti belicista, o de corte igualitario, en EE. UU. de donde se expandieron por el mundo, en
concreto, por Colombia, país que es marco y escenario de esta novela.
Hay
varias historias de caídas engarzadas en esta novela con un comienzo que puede
parecer anodino, pero que poco a poco va haciendo entrar al lector en un mundo
que los de esa generación y las anteriores reconocerán rápidamente. El narrador y protagonista es un joven
profesor universitario, Antonio Yammara,
que, mientras nos cuenta de su vida en Bogotá, recordando a Ricardo
Laverde, un hombre con el que coincide en varias ocasiones intrigándole con sus
vaguedades y la intuición de un secreto. El secreto se hubiera desvelado si el
hombre en cuestión hubiera seguido vivo. Pero no sólo muere, sino que las
circunstancias de su muerte le dejan ligado dramáticamente a él.
Ricardo
Laverde se dice piloto, pero se muestra indefinido, impreciso, un hombre con un
pasado que no quiere desvelar. Pero surge una cierta simpatía del trato con
Antonio Yammara y el profesor es testigo de una fuerte impresión que deja
anonadado al piloto, momentos antes del impacto que le quita la vida
violentamente y que casi se la quita a Yammara. A
partir de ahí, el protagonista vive tratando de averiguar todo sobre Laverde,
hasta el punto de afectar su vida personal y familiar. Finalmente lo averigua, y
la historia que va a conocer nos es contada por un narrador externo,
recopilando informaciones sueltas, cartas, fotografías, comentarios y sobre
todo, una cassete donde se escucha la tragedia.
Íntimamente
unido a la narración de estas vidas, es inevitable reconocer todo el marco
político y social en el que se mueven los personajes que transitan por la
novela. Y el clima de miedo. El miedo paralizante, el miedo permanente, que
hace huir a las gentes, buscando espacios donde vivir libremente... Elaine/Elena,
Maya, Aura, las familias respectivas, los amigos, todos esos otros personajes
están girando como mariposas nocturnas que finalmente acaban por caer, rendidas, al suelo.
Como
telón de fondo, el ascenso y caída de Escobar, el complejo mundo de los narcos,
el poder de las mafias, la imposible vía de escape, en esa Colombia de los años
los setenta, esa Colombia de ambientes tan dispares como la capital o las
pequeñas poblaciones tropicales donde la vida brota y la vida muere, donde
algunos creen estar a salvo y sin embargo no lo están, porque no se puede vivir permanentemente en el filo
de la navaja.
Hay
muchos temas que son soslayados por el autor y que darían para mucho, y sin
embargo quedan al margen, primando las preocupaciones del narrador, del personaje
que mira atrás en su vida y escarba en los recuerdos ajenos, porque se siente
afectado por ellos.
Sin
embargo, la novela tiene mucho interés, no sólo por lo que nos cuenta sino por
el modo en que lo hace, mezclando los propios recuerdos con los ajenos, hasta
que el protagonista encuentra un
paralelismo entre los propios recuerdos y los de Maya. A lo que sumamos el
interés por conocer la Colombia desde el punto de vista propuesto por el autor,
y el interés por unas vidas caídas, generalmente sin ruido.
Juan Gabriel Vásquez (Bogotá;
1973) es un escritor colombiano, autor de artículos, relatos y dos novelas anteriores a la presente: Los informantes (2004) e Historia secreta de Costaguana (2007), así
como una posterior, Las reputaciones (2013) y algunos ensayos como Joseph Conrad, el hombre de ninguna parte
(2004) y El arte de la distorsión ( 2009). Estudió Derecho en su ciudad
natal, en la Universidad del Rosario, y después de graduarse, partió a Francia,
donde se instaló en París(1996-99), doctorándose en La Sorbona en Literatura
Latinoamericana. Más tarde se mudó a un pequeño pueblo de la región de Ardenas,
en Bélgica, donde vivió un año, tras el cual Vásquez se instaló en Barcelona,
donde residió hasta 2012. Actualmente vive en Bogotá (Colombia).
Ariodante
Oct.2013
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