EL
ALMIRANTE EN TIERRA FIRME
La
aventura de Blas de Lezo, el español que derrotó a Inglaterra
JOSÉ VICENTE PASCUAL
ALTERA
ED. 2013
¿Quién no ha oído hablar o leído algo sobre Mediohombre, nuestro almirante demediado, que
diría Italo Calvino? Mucho se ha
escrito últimamente sobre Blas de Lezo
y Olavarrieta, aunque a destiempo, no en su momento, en que fue ignorado y
vilipendiado cuando más le hacía falta el reconocimiento de su valía y honorabilidad. Si se levantase de la tumba diría, como Plácido, (el protagonista de la
homónima película de Berlanga) " ¡Ahora ya no me hace
gozo!" Cuando después de una nochebuena llena de
desgracias, tratando de que le prorroguen una letra de pago, finalmente se la
prorrogan, a destiempo.
En estas fechas en que el Museo Naval organiza una exposición sobre la figura de tan renombrado como olvidado marino,
es muy oportuna la publicación de esta breve novela de un
prolífico autor como es Jose
Vicente Pascual, que esta vez dirige su mirada literaria hacia este personaje
histórico.
Don Blas de Lezo, tras un magnífico historial militar que le pasó factura despojandole de una pierna, un brazo y un ojo, fue
designado en 1737 como comandante general de las fuerzas que defendían el apostadero de Cartagena de Indias y responsable militar
de su defensa frente al desproporcionado ataque británico con el que se culminó la famosa guerra "de la
oreja de Jenkins" o "del Asiento", según fuera denominada por británicos o españoles.
El autor aborda la narración dándole un toque muy personal, haciendo que un antiguo
contrabandista, después combatiente y por último, criado al servicio del almirante en los últimos días de su vida, cuente a un
veedor o justicia enviado a Cartagena por el siguiente monarca, Carlos III, la
versión de los hechos para mayor
aclaración de ellos, frente a los
infundios y calumnias difundidas por los enemigos de Lezo, principalmente el
gobernador, y algunos de sus secuaces.
La novela toma como excusa una investigación promovida por la Audiencia de Cádiz, años más tarde, que cita a un casi cuarentón Miguel Santillana, antiguo criado de Lezo y a la sazón guarnicionero, casado y con hijos, para que contribuya
con su testimonio al esclarecimiento de los hechos relacionados con la actuación del entonces Comandante General de los ejércitos de mar y tierra, que con solo seis buques y apenas
3000 hombres plantó cara al almirante Vernon, el
cual estaba tan seguro de su victoria (con 24000 soldados y 186 buques, a ver
quién no estaría seguro...) que incluso mandó acuñar una moneda para celebrarlo, antes de pasar por el
bochorno de la derrota.
Miguel va contando, con su lenguaje de hombre iletrado,
pueblerino, pero fiel al recuerdo de don Blas, cómo entró en el servicio de la casa, como participó en la guerra de marzo a mayo de 1741 y como tuvo
conocimiento de algunos hechos que fueron silenciados o tergiversados para
mayor escarnio del almirante, principalmente por el virrey y gobernador
Sebastian de Eslava, cuya enemistad y malquerencia fueron evidentes en todo
momento. Eslava era un civil, un político de salón, y la rivalidad con tan nombrado militar le llevó a entorpecer, contradecir y llevar la contraria al
almirante, dándose cuenta demasiado tarde
de que la razón estaba de parte del veterano
militar.
Aún así, la guerra fue finalmente ganada por los españoles, con la ayuda de las pésimas condiciones climatológicas y geográficas que favorecían a los sitiados frente a un ejército cuyas bajas crecían por centenares por no haber
previsto su almirante ni la fortaleza de la resistencia hispana ni las
extremadas e insalubres condiciones del terreno que rodeaba la plaza. El resentimiento del virrey fue en aumento, y
no podía soportar de ningún modo que el almirante atrajera todos los honores por lo
que inició una campaña de desprestigio, confiándole poco menos que a una
especie de detención preventiva, lo que aumentó los males que ya sufría el almirante, herido en la
batalla, y herido en su amor propio por el trato del virrey.
José Vicente Pascual cuenta los
hechos por boca de un joven Miguel, que entremezcla la narración de su estancia y trato con el almirante y su esposa, así como con el resto de la servidumbre, entre la que se encuentra una "parda" o
mulata, Jacinta, que le lleva loco, amenizandole su estancia con amores
nocturnos. Entre el relato de la guerra, las conversaciones con don Blas, los
encuentros con antiguos compañeros de "Matute" y
los esbirros del virrey, que le vigilan constantemente, el autor urde una trama
que interesa y atrapa, transportándonos a la ciudad caribeña y sumergiéndonos en una historia plena
de atractivo y contada con un lenguaje jugoso y muy dieciochesco, como el
escritor sabe muy bien hacer. Lamentamos en la presente edición la ausencia de algún mapa, dada la intrincada
geografía cartagenera, aunque la portada
de Ferrer Dalmau le da un toque especial.
Respecto al autor, hay que destacar que con esta novela
Jose Vicente Pascual ha ganado recientemente el I Premio Hispania de novela
histórica, promovido por la
Editorial Altera. Ya en abril pasado ganó el Premio Hislibris a la
mejor novela y el mejor autor históricos, con su espléndida novela "La hermandad de la nieve" (Evohé Ediciones, 2013). Es un autor prolífico que tiene
bastantes premios acumulados en su haber.
Ariodante
Oct. 2013
2 comentarios:
Estupenda reseña, como ya te dije. Buen trabajo. Un libro necesario y que seguro subirá el nivel literario sobre el héroe...
Gracias Íñigo. Oye, te avanzo una cosa. Si en diciembre montamos en Hislibris Tabernae una tertulia con Javier Cacho sobre las expediciones antárticas...¿no harías un esfuerzo y te vendrías por Madrid?
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