PHILIPPE SOLLERS
Trad.: Mauro Armiño
Ed. Fórcola, 2012
Magnífico
ensayo biográfico, en el que el lector español descubrirá a un personaje poco conocido,
al menos en España, a pesar de ser el creador del Museo del Louvre. Contemporáneo
de los ilustrados y de los revolucionarios franceses, fue un diletante, un
hombre que vivió a caballo entre dos mundos, siempre en el filo de la navaja, y
consiguió sobrevivir sin necesidad de cambiar sus principios. Como hubiera
dicho Groucho Marx…«si no le
gustan mis principios, tengo otros».
Pues los principios de Denon eran lo suficientemente elásticos y libres como
para permitirle tratar con Luis XV, con Catalina de Rusia, con Voltaire, con
Robespierre, con Napoleón y tras la caída de este, con Luis XVIII, y la
restauración. Sabía adaptarse a las circunstancias, guardando para la intimidad
sus ideas y pensamientos, mientras trataba, en su aspecto público, de cumplir
las leyes y mantenerse cortés con todos.
Fue
escritor, pintor, dibujante y sobre
todo, grabador. Aunque, sobre todas sus actividades, podríamos decir sin errar
demasiado que, haciéndole honor a su nombre, fue un vividor, en el mejor
sentido de la palabra. Gozaba de la vida, le gustaba vivir, vivía el presente. Parafraseando
a LeCarré: «calderero, sastre, soldado, espía» y como dice en el epílogo
Javier Jiménez, Vivant Denon es «viajero,
libertino, aficionado al arte -yo diría artista- coleccionista, bibliópata,
diplomático, espía según algunos, discreto, padre de la egiptomanía, mujeriego
y enamorado.»
Efectivamente, sus viajes en misiones
diplomáticas hacen sospechar que transmitía información en secreto. Lo más
cerca de ser soldado, sin embargo, lo
fue en Egipto, al acompañar a Napoleón para ver y dibujar de primera mano las
pirámides y los monumentos egipcios. Las balas pasaban silbando a su alrededor
mientras él dibujaba…En su Viaje a Egipto,
publicado en 1802, es precisamente Denon el que reproduce la famosa frase de
Napoleón sobre los «cuarenta siglos que nos contemplan»…incluso Sollers sugiere la posibilidad de que quizás el propio
Denon se la soplara a Napoleón, como
insinúa si no sería Montaigne el que sugeriría a Enrique IV la famosa frase de
que «París bien vale una misa»…
Así es Sollers: salta de una cosa a otra,
de la vida y hechos de Denon a las vidas
de otros, contemporáneos o posteriores a él, en un estilo muy peculiar
suyo. Destaca que no tenemos demasiados datos de Vivant Denon por su enorme
discreción. Si hubieron mujeres, que las hubieron, no hay apenas cartas, salvo
las de Madame Albrizzi-Marini, que debió ser para este soltero recalcitrante
algo más que una pasajera relación. «Nunca he tomado mujer y vivo contento con
mi libertad», afirmará en varias ocasiones. Amaba a las mujeres apasionadamente,
pero amaba aun más su libertad e independencia. Y así como Casanova hacía
constante gala de sus amores o sus ejercicios
sexuales, Denon cubre con un discreto velo esa faceta. Incluso su relato, Point de lendemain (Sin mañana) lo
publicará anónimamente. «Vivant es un virtuoso del discurso mudo indirecto
-dice Sollers- discreción reforzada, asuntos de Estado, destrucción de correspondencia,
ausencia de huellas: es la norma».
Y Sollers es un virtuoso de la palabra, de
la imagen verbal, de la ligazón de ideas al vuelo, de la sugestión y la ironía.
Su estilo saltarín es encantador,
seductor como los personajes que gusta de retratar; dieciochesco como ellos. En
suma, un libro excelente, y una edición magnífica.
Philippe Sollers (Talence, 1936)
Escritor francés, uno de los fundadores del grupo Tel Quel (1960). Su obra narrativa (ensayo y novela) oscila entre
las formas tradicionales y la experimentación vanguardista. De madre católica
tradicionalista y padre ateo antimilitarista, fue educado en los jesuitas, y
después realizó estudios de comercio, que abandonó para dedicarse de lleno a la
escritura.
Publicó
su primera novela, "Une curieuse solitude", en 1958. Se casó en 1967
con Julia Kristeva, escritora y psicoanalista. Fue, entre otros, amigo de
Jacques Lacan, de Louis Althusser y de Roland Barthes, quienes son descritos en
la novela "Femmes" (1983), así como de otras grandes figuras del
movimiento intelectual francés. Sollers, que vive regularmente en Venecia o en
l'Île de Ré, dirige desde 1983asimismo la colección "l'Infini" y es
miembro del comité de lectura de Gallimard. Ha frecuentado el género
biográfico, interesándose por personajes del dieciocho (Casanova, Mozart,
Sade…)
Ariodante