JOHN DOS PASSOS
Errata
Naturae Ed., 2014
Ópera prima de Dos Passos, entre la autobiografía y
el reportaje, el lirismo y el panfleto político anti belicista, viene como
anillo al dedo en este año que recuerda el centenario de aquella primera Gran
Guerra, a la que por alguna razón se la vino a engrandecer probablemente sin
motivo. Publicada en 1919, recoge sus impresiones sobre la guerra que tan
recientemente había vivido.
El autor se alistó voluntariamente en la contienda,
recibiendo el fuerte impacto de todos los idealistas que veían en la Guerra una
grandeza que se demostró fatal. A diferencia de la segunda, que definía más
claramente los motivos de la lucha y los bandos, la primera fue una guerra
ideológicamente confusa. Recibida con entusiasmo por muchos, como si estuvieran
deseando darle una buena tunda al contrario, pero pensando que duraría lo que
una pelea callejera, resultó ser mucho más dramática, larga y terrible de lo
que todos pensaban. Una concepción del mundo se hundió en el barro como las
botas de los soldados combatientes.
Dos Passos, cuya ideología izquierdista era
notoria, en esta su primera novela no puede evitar explayarse a gusto. Corría
el año 1917 cuando participó en la guerra, en el servicio de ambulancias,
mientras la revolución rusa se estaba gestando y las ideas socialistas y
anarquistas circulaban por entre ambos campos, cargadas de contenido pacifista,
libertario y socialista utópico.
El protagonista y alter ego, Martin
Howe, relata sus experiencias en la retaguardia del frente. De modo
cinematográfico, como si fuera enfocando su cámara alrededor en distintas
secuencias, saltando de un paisaje humano destrozado a un paisaje natural en el
que aún quedan restos de la belleza original, entre el caos de los bombardeos y
la desolación de los obuses, provocando en Martin reacciones encontradas.
Comparte muchos momentos con otro joven idealista, Tom Randolph, que le
acompaña en la camioneta sanitaria. Y también intervienen otros personajes secundarios,
Merrier, Lully, Dubois, … con los que organizan a ratos una timba, a ratos
charla política y a ratos filosófica…compartiendo sueños y chocolatinas o
encendiendo los que podrían ser en cualquier momento sus últimos cigarrillos. Las
descripciones son oníricas, pero tiene una belleza macabra: «Los bosques en la
noche: una negrura quimérica impregnada de ruido y de las llamas amarillas que
salen de las bocas de los cañones. De cuando en cuando, el sulfúreo resplandor
del estallido de un obús, el ruido de los árboles al desplomarse y fragmentos
de granadas volando por los aires». (p.93)
La común sensación es de que aquella es una guerra
estúpida en la que están perdiendo el tiempo (y la vida), a la vez que todos se
dan cuenta de que no pueden hacer otra cosa que seguir donde están. Todos sus
ideales y especulaciones sobre la humanidad caen en picado al comprender que
nadie va a cambiar nada, que la naturaleza humana es como es y que sólo les
cabe esperar a que alguien decida poner fin a aquel desmadre. Aún así, siguen
explicándose mutuamente sus planes para cuando esto acabe, y cómo ellos (jóvenes, ilusionados,
esperanzados) transformarán el espantoso mundo que sus mayores les han legado
en algo mucho mejor, algo que merezca la pena, un mundo feliz.
«Amanecer en una selva de troncos derrumbados y
tierra revuelta. Contra el amarillo del cielo se destaca el amarillo de los
cañones, acuclillados como ranas en una maraña de alambres, montones de
metralla y cajas de madera rotas. En aquella luz amarillenta, las largas y
desgastadas carreteras, salpicadas de carcasas de granadas, se extienden a
través de los asolados bosques.» (p.102)
Lluvia, barro, hedor, pestilencia, explosiones y
gas. Desolación. Y mientras tanto, vidas humanas tratando de sobrevivir a la
par que de matarse mutuamente. Jóvenes que han perdido el norte, y que siguen
los pasos del que va delante en la senda tenebrosa, o que se apiñan en el
refugio para darse calor y sentir menos soledad.
John Rodrigo Dos Passos (Chicago, 1896 – Baltimore,1970) fue un novelista y periodista
estadounidense. Nacido en una familia descendiente de portugueses, en 1916 se
graduó en Artes por la Universidad de Harvard. Al iniciarse la intervención
norteamericana en la Primera Guerra Mundial se encontraba de viaje en España, y
se alistó voluntario en las ambulancias militares de Italia. En 1925 publica la
novela que le dio fama y relevancia mundial: Manhattan Transfer, escrita como un mosaico por el que deambulan
los diversos personajes, con breves relatos fragmentarios cuyo conjunto retrata
una idea fiel del Nueva York de la época que describe. Este mismo estilo es el
que utilizaría en su trilogía U.S.A.
En 1927 hizo pública su postura contraria a la
ejecución de los anarquistas Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti y fue encarcelado
por ello. Aunque inicialmente mantuvo una ideología cercana al socialismo, una
visita a la Unión Soviética a finales de los años 20 le hizo ser bastante más
crítico. En 1937 volvió de nuevo a España para colaborar con Ernest Hemingway
en el guion del documental La tierra española, pero al conocer la desaparición
de su amigo y traductor de su obra José Robles Pazos, presumiblemente a manos
de los servicios secretos soviéticos, rompió
definitivamente con la ideología comunista. A esta época corresponden algunas
de sus novelas, como Aventuras de un
joven, Número uno o El gran destino.
Ariodante