JUAN
GABRIEL VÁSQUEZ
ALFAGUARA,
2007
Es
esta una narración un tanto atípica en el contexto de la obra de Vásquez, tanto
por la forma como por el tema elegido. La forma es la confluencia de dos
historias. Una es la de un personaje ficticio, el colombiano José Altamirano (y
antes que él, su padre), ambientada en la Colombia recién independizada de
España, y posteriormente en el Panamá recién independizado de Colombia.
La
otra es la trayectoria del escritor Joseph Conrad, su paso por el Caribe, las
costas de Venezuela y Colombia, y la posterior decisión de escribir una novela
ambientada en esos países pero con nombre ficticio: Costaguana. La novela
resultante será Nostromo.
Tanto
el personaje de ficción como el real confluirán en un punto, o mejor dicho, en
dos encuentros, con los que se cierra la novela. Pero a lo largo de toda ella,
los saltos son constantes, de la historia del padre pasamos a la del hijo, de
la historia de Colombia pasamos a la del Panamá, de la construcción del Canal
por parte de los franceses pasamos a la decisión de que sean los EE.UU. los que
se ocupen del tema. Hay un fuerte simbolismo en la relación del padre con el
hijo y a su vez José con su hija Eloísa, que plasma la relación de Colombia con
la provincia de Panamá que luego se convertiría en país independiente, de un
modo mas bien humillante, o al menos, así lo presenta el autor. De hecho, la
narración, en primera persona, se dirige por una parte a un supuesto
jurado/lector, y por otra, se dirige a su hija Eloísa, ante cuyas audiencias
quiere presentar y absolver la culpa que le genera su abandono. Porque esta es
una historia de abandonos, de huidas, de derrotas.
La
narración de José Altamirano va alternando con la historia de su padre, Miguel,
que comienza en 1820, año de la independencia de Colombia; tras unirse al
ejército de José Hilario López y derrocar la dictadura del
general José María Melo, Miguel Altamirano abandona Bogotá y se dirige a Panamá, que entonces formaba parte
de Colombia. Por el camino, tiene un encuentro amoroso con una mujer casada, Antonia
de Narváez, encuentro que dará como fruto su hijo, José, el narrador. Miguel sigue
con su vida, escribiendo a Antonia cartas de amor que ella destruye para
guardar el secreto de su hijo bastardo. A los 21 años, José, al fin conocedor
de los hechos, abandona madre y ciudad y viaja en busca de su padre, hasta la
ciudad de Colón, (Panamá,), pueblo caribeño que bulle con los preparativos
franceses del inicio del Canal, donde va a ser testigo de todo el embrollo
alrededor de unas obras que no acaban nunca, encarnizadas luchas políticas y el
caos subsiguiente.
En
ese punto se mezcla la narración con la historia de padre e hijo, además de las
incursiones en la historia de Conrad, que por la misma época que José llega a
Colón, se supone que coincide con el escritor, en su época juvenil de marino.
No se ven, pero se cruzan, y en un alarde borgiano,
Vásquez mezcla la realidad con la ficción de un modo harto verosímil y narra los
movimientos de uno y otro como en distintas pistas, creando una madeja de
historias interconectadas, escritas con un tono de humor negro y sarcástico.
En
la parte final es donde confluyen las historias paralelas de Conrad y José, con
el viaje -último abandono- de este a Londres y su encuentro con Conrad, que
aprovecha la información de aquél para documentarse y escribir Nostromo.
La novela está dividida en tres
partes que a su vez se subdividen en tres capítulos. La primera relata la vida
de Miguel Altamirano, y las guerras civiles colombianas; en la segunda, es la
historia del encuentro entre José y su padre, Miguel, mientras los franceses
empiezan la construcción del Canal de Panamá; en la tercera parte, el encuentro
entre José y Charlotte (del que nacerá Eloísa), a la vez tiene lugar toda la
eclosión de la independencia de Panamá, apoyada por EE.UU., que se hace cargo
del Canal, y la huida de José a Inglaterra…donde por azar del destino se
encuentra con Conrad.
Por
esta novela recibió el Premio Qwerty en Barcelona y Premio Fundación Libros
& Letras en Bogotá. Como el autor ha contado en alguna entrevista, la idea
de este encuentro entre Conrad y Colombia le vino tras documentarse para
escribir El hombre de ninguna parte, en 2004, a raíz de la cual conoció
más a fondo a Conrad y le sedujo la idea de que hubiera estado en su país y
escribiera sobre ello.
Juan
Gabriel Vásquez (Bogotá, 1973) realizó estudios de literatura
latinoamericana en La Sorbona y vive en Barcelona. Ha publicado un
libros de relatos, varias novelas, una biografía y ensayos. Colabora con
diversos medios latinoamericanos y españoles. Es autor de la colección de
relatos Los amantes de Todos los Santos, y de las novelas Los
informantes (Alfaguara, 2004), El ruido de las cosas al caer (Premio Alfaguara 2011, English Pen Award
2012 y Premio Gregor von Rezzori-Città di Firenze 2013), y Las reputaciones (Alfaguara, 2013)
Vásquez
ha publicado también una recopilación de ensayos literarios, El arte de
la distorsión,(Alfaguara, 2009) y
una breve biografía de Joseph Conrad, El hombre de ninguna parte
(Panamericana, 2004; Norma 2008). Ha traducido obras de John Hersey, John
Dos Passos, Victor Hugo y E. M. Forster, entre otros, y es columnista del
periódico colombiano El Espectador.
Ariodante