LEWIS
CARROLL Y FRANZ KAFKA.
Dos
poéticas de la sinrazón
VENTURA GALIANO
Ed. Evohé, 2014
El libro es un ensayo
filosófico, un interesante ejercicio de comparación entre la obra de esos dos
escritores que, desde otros puntos de vista, son tan disímiles. Porque, a
primera vista, “Alicia en el país de las Maravillas” no parece tener muchos
puntos comunes con “El Proceso”. Y sin embargo, Ventura Galiano analiza,
compara, busca otras opiniones, y va extrayendo a través de cartas, memorias,
textos ajenos, y el análisis detallado de la obra de cada uno de los dos
autores, consiguiendo poner en claro algunas ideas, conceptos que quizá no
habían sido mirados desde ese ángulo, lo cual le da un toque personal y un
mérito propio, en un autor que, si bien no procede del contexto filosófico, nos
ofrece la prueba de que ha leído a los filósofos.
Mientras Lewis Carroll usa
un seudónimo tras el que se esconde Charles Ludwitge Dodgson desarrollando una doble
actividad literaria y científica, Kafka no lo necesita: "mi novela soy
yo", afirma, a modo flaubertiano. También
Kafka lleva una doble vida: su trabajo como oscuro oficinista y la actividad
literaria. Sin embargo, mientras la vida de Kafka es amarga y atormentada, no
parece serlo la de Carroll, que introduce el humor y juega más con las
palabras.
Así, partimos de una
detallada mirada sobre las vidas de ambos, que ocupa la primera mitad del
libro, mientras que la segunda se sumerge de lleno en el proceloso mar de los
conceptos filosóficos: sinsentido y absurdo, los sueños versus la realidad, los
laberintos, la identidad, el nominalismo, los juegos y el poder del lenguaje,
la distorsión de la realidad, las relaciones de poder y la rebeldía, la
justicia… Punto por punto, Ventura Galiano mirará con lente de aumento cada
concepto y buscará la manera de relacionarlo con la obra de estos autores.
Sabremos de los antecesores y de las obras que les han precedido, donde
podremos rastrear el origen de estas ideas y su utilización en la literatura. Cuidado:
no es que hayamos de considerar a Carroll y Kafka como filósofos. Son
escritores y hacen literatura, ficción. Pero de sus respectivos textos podemos,
en opinión del autor, extraer conclusiones
filosóficas, que están contenidas dentro de sus obras literarias.
Primeramente, Ventura
Galiano quiere desmarcar el concepto de sinsentido del concepto de absurdo,
aunque ambos comparten cierto carácter onírico, de naturaleza laberíntica, en
un entorno cambiante y arbitrario. En cuanto a semejanzas entre ambas obras
encontramos los sueños: en unas la narración comienza con un sueño, en la otra,
saliendo de un sueño, pero la realidad funciona como si lo continuase. Los
sueños se caracterizan por la evanescencia y la fragmentación de las escenas,
alterando el espacio/tiempo y deshaciendo límites y fronteras. En cuanto a las
arquitecturas laberínticas de ambos relatos, también coinciden, si bien en “Alicia”
la estructura es circular, y en “El Proceso”, todos los caminos conducen al
mismo sitio: al inquietante Tribunal.
Analiza luego el tema de
la identidad, relacionándolo con la memoria personal y con la percepción que
otros tienen de nosotros. En este punto, Carroll juega con una identidad
cambiante, mientras que Kafka mantiene una identidad ligada al marco laboral, a
la profesión, fuera de la cual la identidad individual se funde en la masa. La
distorsión de la realidad es otro punto común, (propiciado por el carácter
onírico de ambos) si bien el lenguaje usado por los personajes de “Alicia” es
aparentemente real, carece por completo de significado. También se juega con los sonidos, las
distorsiones sonoras, la diversidad de intensidades, las repetidas transformaciones entre humanos y animales y
viceversa, en Carroll, y las sugerencias a la “animalidad humana” en Kafka. En
cuanto a las noción de justicia, mientras Carroll la presenta como arbitraria e
incomprensible, Kafka añade su inaccesibilidad. La voluntad en Alicia se dirige
hacia cumplir sus objetivos, mientras que en Kafka se caracteriza por la
sumisión, el acatamiento del poder.
En suma, Ventura Galiano
propone, con bastante acierto, una serie de ideas a estudiar y comparar entre
la obra de ambos escritores, a la vez que reflexiona sobre esas ideas aportando
las sugerencias y opiniones de otros autores, como María Zambrano, Camus,
Canetti, Deleuze y Guattari. Quizás se echa en falta alguna referencia a Freud,
contemporáneo de Kafka, aunque perteneciente a una generación anterior, pero
del que Kafka conocería sus obras y cuyas teorías debieron influirle.
En la medida en que el
libro presenta dos partes claramente diferenciadas, la primera, destinada a un
público más amplio, al que puede interesar las vidas de los dos escritores,
describe con muchos jugosos detalles y con una prosa cuidada, lo cual hace que
la lectura sea muy amena y a la vez, divulgue aspectos no muy conocidos de
estos autores. La segunda, sin embargo,
está más indicada a un sector del público restringido a aquellos que hayan
leído tanto las dos obras de Carroll sobre Alicia, como “El proceso” de Kafka.
Porque en caso contrario, el lector, si bien puede sentir un fuerte impulso
para leerlas, no extraerá todo el jugo
de este detallado análisis, a pesar de estar muy bien razonado, apoyando con
ejemplos de cada texto las afirmaciones
y juicios que se lanzan.
Es, en conjunto un libro
que puede cubrir un cierto vacío en cuanto al conocimiento de los dos autores
que analiza, y lanzar interesantes sugerencias sobre las obras comparadas,
sugerencias que merecen una reflexión ponderada.
Rafa Ventura Galiano (Valencia, 1976) estudió ingeniería en la
Universidad Politécnica de Valencia (UPV). Escribió y publicó relatos durante
su etapa universitaria, siendo algunos publicados en la Revista de la UPV. En
el marco de un certamen de narrativa le publicaron una novela corta, Versus
(1996).En 2000, recién acabada la carrera estuvo tres años trabajando como
ingeniero y viviendo en Madrid. Ahora vive en Valencia. Forma parte de una
tertulia literaria en el café En Babia, de Benimaclet.
Ha sido finalista de
algunos concursos literarios: Certamen de Cuentos del Agua (2008, Zaragoza) y Certamen
de Cuentos Cosecha EÑE (2011).