EVENTO LITERARIO
EN LA BIBLIOTECA PÚBLICA
DE VALENCIA
Una fría noche invernal nos acercamos a la Biblioteca Pública, en
la valenciana calle del Hospital, para asistir a una mesa redonda sobre la
novela histórica, organizada por Marina López, profesora de la Universidad
Jaume I de Castellón y las encargadas de la Biblioteca Pública municipal, Eve y
Consuelo. Con ella se inaugura el ciclo de mesas redondas que todos los meses
se llevará a cabo en lo que fuera el antiguo Hospital General. Como invitados,
tres escritores valencianos, especializados en novela histórica: Isabel
Barceló, Santiago Posteguillo, y Gabriel Castelló. La organización había puesto
como tema: “Aprender historia a
través de la novela histórica”. Sin embargo, en ninguna de las tres intervenciones
se ha tratado propiamente el tema del aprendizaje, o el uso pedagógico de la
novela histórica.
Santiago Posteguillo
también inició su alocución con una anécdota jocosa, y anunció que hay tres puntos
que le parecen muy importantes en la novela histórica, al menos en lo que él concibe como tal y que practica en su trabajo
literario: una, como cualquier otro tipo de novela, la ficción está pensada
para entretener; dos, la ficción histórica cubre diversos campos
simultáneamente (vida doméstica, transportes, sucesos, relaciones entre clases,
etc., a diferencia del ensayo histórico, que suele focalizarse sobre un aspecto
en el que investigar a fondo. Esto
proporciona una visión “transversal”, a modo de panorámica sobre la época en la
que se narra. Y tres: la ficción
histórica puede llenar esos vacíos de documentación sobre algunos personajes, o
sobre algunos momentos históricos en los que parece que no pase nada, porque no
tenemos datos, referencias, restos, etc. , y lo puede hacer siempre y cuando lo
que narre, lo haga de modo verosímil: algo que no sabemos si sucedió, pero que
podría haber sucedido así….hasta que, como con sorna comentó Posteguillo, se
descubra algún texto o surja algún resto arqueológico que demuestre lo
contrario.
Last but not least,
Gabriel Castelló intervino mostrando su acuerdo con lo expresado por sus dos
compañeros, y abundó en la diferencia que supone escribir como historiador o
como novelista. Y añadió otro aspecto más, que la ficción puede aportar a la
visión del pasado: el novelista puede introducir hipótesis, puntos de vista
diferentes a aquellos con los que se nos han mostrado algunos hechos
tradicionalmente por los historiadores. Resaltó que no se había escrito novela
histórica sobre Valencia desde Blasco Ibáñez, y que lo que ha pretendido con su
obra ha sido precisamente aportar su visión sobre la Valencia romana,
colocándose en el lado contrario al habitual, para recrear hechos desde un
ángulo diverso. Narrar lo que podrían pensar o sentir personajes que se
encontraban en el lado opuesto: por ejemplo, Sertorio o Pompeyo.
Entre el público que
abarrotaba el local, ocupando todo el espacio para sillas e incluso el de pie,
surgieron algunas preguntas, y una de ellas fue precisamente en la línea del
título de la mesa redonda: la influencia de la novela histórica en el aspecto
pedagógico. A ello los distintos ponentes respondieron que, principalmente el
efecto de la novela histórica es doble: por un lado, animar a la lectura en
general, y por otro, hacer más amenos los hechos históricos narrados, o dar a
conocer detalles o personajes que quizás no hayan sido muy destacados por los
textos académicos. Pero en general, todos concordaban que si se quiere aprender
Historia se ha de ir a los manuales, los ensayos y las investigaciones
científicas. La ficción tiene una función de acicate, de sugerencia, y de
acercamiento a la Historia; pero su principal objetivo es lúdico.
En suma, una serie de
reflexiones que han sido muy agradables e interesantes, presentadas de modo muy
claro y ameno, por tres autores cuyas obras siguen los objetivos marcados en
las intervenciones anteriores. Deseamos y esperamos que en posteriores mesas
redondas se mantenga el nivel conseguido en esta primera tarde, agradeciendo a
la Biblioteca que preste sus espaciosas y bellas salas porticadas para estas
actividades tan atractivas.
Ariodante