DAPHNE DU MAURIER
Plaza & Janés, 1986
Daphne Du Maurier es una escritora
británica que ha visto llevadas al cine varias de sus novelas, siendo la
presente obra una de ellas. Gracias a ello la conocemos fuera de su país, entre
otras cosas. Autora contemporánea de otras corrientes británicas más
vanguardistas o modernistas, prefirió mantenerse en un tipo de escritura más
clásica, especializándose en temas que rozan el suspense psicológico o gótico.
Esta novela participa de esas características.
Ambientada principalmente en Cornwall,
paisaje que la autora admiraba y amaba, el argumento desarrolla la historia de
una pasión amorosa y a la vez, de lo que parece un gigantesco engaño. Incluso
hay una sombra de asesinato.
Un joven huérfano de la aristocracia rural,
Philip Ashley, acogido y educado por un primo mayor al margen de la mano
femenina, de las cuales manifiesta un absoluto desconocimiento, mostrando
incluso un desprecio humillante. Tanto él como Ambrose, su primo y tutor, propietario
de una hermosa y gran hacienda en la campiña británica, han llevado una vida
libre, manteniéndose ambos al margen del elemento femenino, que deviene un
absoluto misterio para los dos. No significa que hayamos de deducir
necesariamente matiz homosexual alguno, aunque sí cierta misoginia, esa
concepción decimonónica de que las mujeres solo traen problemas y son
soportables por la necesidad de conseguir un heredero.
La alegre y tranquila vida que llevan
ambos, ocupándose de su hacienda y sus entretenimientos, se ve truncada por la
salud del primo y tutor, que debe pasar los inviernos en Italia buscando un
clima más favorable para su enfermedad.
Y aquí comienzan los problemas…ligados, obviamente a las damas: Ambrose
conoce allí a una prima lejana y medio italiana, Rachel …con la que se
finalmente desposa, profundamente enamorado.
Philip ve cómo se tuerce su futuro, no
solo porque el casamiento le privará de la compañía de su admirado primo, al
cual idolatra; también podría privarle de la herencia, si llegasen a tener
hijos. Pero lo más inquietante es que, tras un año y pico de convivencia con
Rachel, Philip comienza a recibir unas cartas desconcertantes, que le inducen a
pensar que Ambrose está en grave peligro, y le deciden a desplazarse a Italia.
Cuando llega, su primo ha muerto y su prima Rachel ha desaparecido del mapa,
llevándose consigo todas las pertenencias del finado. Tenemos, pues, la
sospecha de una muerte no natural; el personaje desconocido y turbio de Rachel;
el temor de Philip a ser desheredado, desplazado de su hogar y espacio vital. Y
un odio irracional a la mujer, mezclado con un absoluto desconocimiento del
género femenino. Todos estos ingredientes, mezclados y combinados en un cuerpo y mente juvenil,
inexperto, nada mundano ni extrovertido, serán explosivos.
A partir de estos hechos, pues, se
desarrolla toda la narración, siempre contada en primera persona por Philip, lo
cual hace que sea totalmente subjetiva, centrada en su punto de vista, siempre
apasionado, que a veces resulta francamente enloquecedor.
Las demás personas que le rodean, los
sirvientes, el asesor legal de la familia, su hija, los notables de la pequeña
ciudad cercana, todo el ambiente recreado del pueblo, las granjas de la
hacienda, el paisaje, (que cobra una gran importancia por su influencia en los
estados de ánimo de Philip), la aparición personal de Rachel, una mujer mayor
que Philip, al que ve y trata como a un joven casi un niño, (o quizás es la
impresión que tiene el narrador, que desea ser tratado como el adulto que aún
no es) y la posterior aparición del asesor italiano Rainaldi, generan en el
protagonista y narrador todo un terremoto emocional que le lleva del odio y el
rencor a la pasión amorosa más posesiva y arrolladora…volviendo de nuevo al
odio y al rencor.
El lector, que participa en la distancia,
tiende a adoptar el punto de vista del sentido común, el que adopta la mayoría de los
personajes…menos Louise, la hija de Kendall, el asesor legal de la familia.
Louise –enamorada de Philip- es mujer e intuye problemas con la aparición de
Rachel. Otro cóctel explosivo.
Así, por una parte el lector creerá que el
protagonista se está pasando de la raya, que desvaría,… pero luego empezará a
pensar que puede tener razón, más adelante se convencerá de que está en peligro,
y finalmente …cambiará de opinión, sin quedar completamente claro el misterio.
La escritora británica consigue una trama
en la que los límites de la locura y la cordura se trastocan, como también se
entrecruza la frontera del bien y el mal. La historia puede verse como algo
natural y normal, …o como un terrible drama en el que no solo se juega la
fortuna, la posición y el honor de unas persona, sino también la vida.
Al haber sido llevada al cine, el lector no puede menos que identificar a
Olivia de Havilland como Rachel, porque realmente el papel le viene como anillo
al dedo. La actriz es de las que sabe mostrar la duplicidad convincentemente.
El joven Richard Burton, sin embargo, no es quizá aún el excelente actor que
inmortalizará a Marco Antonio. Un
Montgomery Clift, más juvenil e inseguro, más fervoroso y pasional, hubiera
estado más en el papel. Pero por lo demás, la película de Henry Koster (My cousin Rachel, 1952) sigue casi al
milímetro el desarrollo de la historia, salvo breves pasajes que deja al
margen.
El paisaje, la naturaleza, tiene una
importancia radical en esta obra. La confrontación entre la húmeda y fría
Inglaterra con la cálida y luminosa Italia, el amor que los protagonistas
tienen hacia los jardines, las flores, la vegetación, etc.; la alternancia de
los días primaverales con los invernales, el rugido del mar en la costa sur de
Inglaterra; el viento en las ventanas, la prematura oscuridad británica…todo
ello crea por momentos un clima casi gótico, en el que los desplazamientos por
el interior de la mansión a la luz de las velas crea sombras gigantescas, del
mismo modo que la oscuridad del cerebro racional de Phillip crea monstruos.
En suma, una excelente novela,
recomendable a todo amante de la lectura.
Lástima que no se hayan hecho más recientes traducciones al español de
una novela como ésta y hayamos de recurrir a las librerías de lance para
encontrarla.
Dame Daphne
du Maurier, DBE (Londres,1907 - Fowey,Cornwall,1989), nieta del escritor y
dibujante George du Maurier, fue una escritora británica. Gozó siempre de un
ambiente refinado. Sus padres, el productor y actor Gerald du Maurier y la
actriz Muriel Beaumont, le dieron una educación exquisita y sus buenas
relaciones le permitieron publicar sus primeros escritos en la revista de su
tío. Se casó con el lugarteniente Frederick Arthur Motague Browning , quien
llegó a ser héroe de guerra y recibió tratamiento de Sir. Ella misma alcanzó la
distinción de Dama de su Majestad. Residió en el castillo de Menabille, una
fabulosa mansión situada en la costa de Cornualles, que le sirvió como escenario
de algunas de sus obras y en donde tuvo tres hijos. Con poco más de veinte
años, escribió su primera novela. Además de sus obras más conocidas, por haber
sido llevadas al cine, escribió muchos relatos en los que refleja mujeres
traumatizadas o perversas, cuya insatisfacción no calma con la misma muerte. Es
el caso de los relatos "El manzano", "El joven fotógrafo" o
"Bésame otra vez, forastero" (El Nadir, 2005, Valencia). Historias de
crueldad, discreta misoginia, ambientes cargados de energías negativas, que se
adelantan a los que luego trazó Patricia Highsmith. Fue famosa por novelas como
Rebeca, publicada en 1938, y Mi Prima Raquel, ambas llevadas al cine.
Las películas Jamaica Inn y Los pájaros de Alfred Hitchcock también
se basaron en relatos suyos.
Ariodante
Enero 2015