VICENTE BLASCO IBÁÑEZ
Prometeo, 1923
"La reina Calafia" es una novela
perteneciente a la última etapa de Blasco, publicada poco antes de iniciar su
viaje alrededor del mundo. Escrita de febrero a mayo, sin haber planificado
antes el tema, como si surgiera de una improvisación. Mientras aún en el cine
se está proyectando la versión fílmica de "Los cuatro jinetes del
Apocalipsis", con un Rodolfo Valentino que arrasa multitudes, y Blasco
esta empezando a planificar su largo viaje, aún tiene un momento para escribir,
casi a vuela pluma, esta novela corta, que ya pertenece a las novelas donde
estudia la pasión amorosa.
Dice Azorín de ella que plantea el eterno problema
de el instinto y la razón en el comportamiento humano que rige una vida.
"Y la novela de Blasco Ibáñez, -cito- patética, dramática, plantea ese
altísimo problema. (...) Blasco Ibáñez, espiritualmente, representa el esfuerzo
por fundir en molde de arte nacional un espíritu europeo. Por encima de las
estrecheces y angosturas -estéticas, éticas y jurídicas - de un nacionalismo
mezquino, Blasco aspira a crear, como algunos otros escritores mundiales, un
ambiente de tolerancia y humanidad. Es un nuevo humanismo el que estos
escritores persiguen. Y debemos aplaudir esa empresa. En la técnica, Blasco
representa la narración directa, rápida, escueta. Más que un novelista -en la
acepción clásica- es un escritor que cuenta. Cuentos largos -como las novelas
de Maupassant- son las novelas de Blasco Ibáñez.(...) Pero la narración rápida
no excluye ni el color ni el análisis psicológico."
En el comienzo de la novela, se hace referencia a
una reina que gobernó la ínsula llamada California en la leyenda a que hace
referencia un texto de Garci Ordóñez de Montalvo , viejo soldado tardomedieval
de Medina del Campo, que en su vejez escribió "Las sergas de
Esplandian", que sigue la estela del Amadis de Gaula, obra que amplió y
modificó a su vez. En una de las múltiples batallas intentando la toma de
Constantinopla, introduce en su ayuda a una especie de amazona, una mujer
guerrera, que habitando una ínsula poblada sólo por mujeres y a la que llaman
California, dirige el reino como su reina: la reina Calafia. Colaboró esta
reina y sus Amazonas con los turcos atacantes de la plaza cristiana, aportando
además unas bestias legendarias llamadas "grifos" ; pero al parecer
estas se revolvieron contra los turcos y finalmente vencieron las tropas
cristianas. El caso es que Calafia se enamora perdidamente del caballero
Esplandian, también llamado Serpentino. Pero este caballero tenía sus ojos
puestos en otra dama, Leonorina, más joven y femenina, lo cual crea un
drama final.
Esta historia, que sirve de parábola y a la vez de
introducción a lo que después se narrará, la cuenta el profesor Montalvo a su
familia y al novio de su hija, un tal Florestan, nombre medieval por
excelencia, para después dar la noticia de que llega a Madrid una señora
californiana a resolver unos asuntos legales con el padre de Florestan. Pero
antes pasa de contar la historia legendaria de las Amazonas a contar como llegó
el nombre de California, de manos de los conquistadores, a tierras americanas,
contando, de paso, la vida de una santa mujer llamada "de las
castañuelas", una joven californiana que vive un amor frustrado con un noble
ruso. O sea, más amores imposibles o frustrados, que van ambientando al lector
acerca del asunto central de la novela, que es la historia de la pasión entre
el joven Florestan/Esplandian y la
madura dama californiana, mujer de armas tomar, que justamente tendrá que ser
la parte fuerte y tomar la decisión más dramática .
Ariodante