FERNANDO DE VILLENA
Ed. Port Royal, 2015
Obra curiosa y entretenida, de estructura
algo laberíntica y fragmentaria, sobre la trayectoria de un objeto precioso y
apreciado a través de los siglos. Sirve de excusa al autor para engarzar
relatos muy dispares, con lo que el lector tarda un tiempo en saber el tono de
la obra. A veces le puede parecer que está investigando viejos manuscritos,
escuchando viejas historias, o leyendo las noticias en la prensa. Esta nueva novela del escritor y poeta
granadino propone un recorrido por diversas épocas, componiendo un retablo
donde se combinan temas, paisajes y personajes, en torno a un eje común, ese
objeto sagrado que recorrerá distancias en el espacio y el tiempo hasta ser
encontrado por un inquieto buscador.
Comienza con una historia casi
contemporánea, que queda interrumpida en un momento álgido, aunque bastantes
capítulos más adelante continuará. Dentro del conjunto de textos, funciona como
parte principal una narración en primera persona de Francisco Gibaja, dividida
en dos secciones, primero el manuscrito del joven estudiante Francisco, fechado
en los años sesenta, y sus aventuras en el colegio del Sacromonte, y segundo,
fechado en 2010, el texto del maduro abad Gibaja, que retorna a la abadía donde
estudió años atrás. El lector recibirá descripciones bellísimas de los jardines
y bosques que rodean el colegio y abadía del Sacromonte, hasta el punto que casi
se puede aspirar el aroma del ciprés y el mirto, escuchar el viento entre las
hojas, las risas de los estudiantes, los pasos solitarios por caminos empedrados
y disfrutar de unos luminosos crepúsculos. Hay un clima de misterio que se
conjuga bien con el relato simple y llano del joven estudiante Francisco, el
futuro abad.
En la siguiente parte se produce un salto
muy atrás, a la época en que Jerusalén es destruida por Tito, y los tesoros del
Templo llevados a Roma. Entre esos tesoros hay una arqueta cuyo contenido es de
gran valor. De Roma saltamos a los visigodos, de allí a Toledo, mas adelante
somos espectadores de la historia y triste derrota de Don Rodrigo y la
subsiguiente invasión musulmana. Más adelante sabremos del itinerario y
desplazamientos de la arqueta y presenciaremos un encuentro con el césar Carlos
y el príncipe Felipe, junto a su preceptor, Juan Martínez Silíceo, el cual
recuerda y relata su asombrosa vida. Asistimos después a la edificación del
Escorial, a las tristezas de Felipe II y al destino final de la arqueta en
Granada. Volvemos a la continuación de la narración inicial, aunque el tiempo
pasará más rápido y surgirá una trama internacional que entrará en escena de
modos diversos, con un final realista aunque algo decepcionante.
Todo esto puede parecer un galimatías,
pero no lo es, ya que el autor consigue que cada relato engarce de algún modo
con el anterior, y así, saltando de siglo en siglo y de país en país, traza un
fresco histórico a la vez que da forma de thriller al eje narrativo. Quizá
alguien se preguntará qué tienen en común el judío Anán, los reyes visigodos
Alarico, Walia o Atanagildo, Don
Rodrigo, el cardenal Silíceo, Felipe II y el abad de Sacromonte. Pues bien, sí
hay algo en común: el contenido de la pequeña arqueta que irá pasando de unas
manos a otras, a través del tiempo, y que viene a quedar oculta y a buen
recaudo justamente en la abadía del Sacromonte granadino. No desvelaré más,
porque es competencia del lector llegar a conocer tal contenido, mediante la
placentera lectura de todos estos textos engarzados en este libro, que sirven a
su vez como excusa para sumergir al lector en muy diversas épocas. Fernando de Villena
es un magnífico escritor, cuya maestría ha probado largamente en las numerosas
publicaciones, tanto de ensayo como de narrativa o en poesía que a lo largo de
su trayectoria ha producido y esperamos siga produciendo.
Hay en estos textos, por encima de todo,
un profundo amor a Granada, al Sacromonte, al paisaje granadino y a los
personajes históricos y probablemente desconocidos para el público en general,
y a los que el autor quiere rendir un homenaje. Entre ellos, el preceptor de
Felipe II, el cardenal Juan Martínez Guijarro o Silíceo (1477-1557), y también
otros personajes destacados como el humanista, hebraísta, biólogo y escritor
Benito Arias Montano,(1527 -1598), los arzobispos Gaspar Quiroga y Vela,
(Toledo) Pedro de Castro (Granada), y Pablo de Santamaría, obispo de Palencia,
reunidos en cónclave con Felipe II para determinar el paradero de la famosa y
misteriosa arqueta.
En la sección final, el autor aterriza en
la actualidad más reciente y deja un cierto sabor amargo con la conclusión del
misterio. Pero así es la realidad, y Fernando de Villena ha querido lanzar al
aire un lamento por boca de sus personajes, mostrando una imaginaria situación
que, desafortunadamente, estamos habituados ya a encontrar en los noticiarios.
El estilo de los textos contemporáneos
está más acorde con el lenguaje usado a diario, mientras que, en los de épocas
pasadas el autor usa un castellano que semeja antiguo, con giros y modos ya en
desuso, pero que van muy bien a la narración.
En suma, un conjunto aparentemente disperso
pero en el fondo armonioso, que, si bien no es el mejor libro que he leído del
autor, es una obra bien compuesta y con
una idea central, la arqueta como símbolo de nuestra herencia cultural, que la unifica y le da vida.
Fernando
de Villena (Granada 1956) es un escritor y poeta
español. es doctor en Filología Española y profesor de Lengua y Literatura,
profesión que ha ejercido por diversas poblaciones andaluzas. Desde Archidona
(Málaga), donde estuvo varios años, fue destinado a su ciudad natal, en donde
reside desde entonces. Poeta y novelista, es uno de los escritores más
prolíficos de su generación y autor, asimismo, de ensayos. Está en posesión de
importantes premios literarios. Gran viajero, muchas de sus andanzas le
servirán de estímulo para sus narraciones.
Su obra poética es extensa, alrededor de
treinta poemarios, que el autor ha recogido por décadas, en varios volúmenes.
Como narrador, Fernando de Villena ha publicado casi una veintena de libros. Ha
dedicado también algunas obras al estudio de la producción literaria en los
siglos de Oro y en el siglo XX. Pertenece a la Academia de Buenas letras de
Granada.
Fuensanta Niñirola ( Ariodante)
Julio 2015