YASUNARI
KAWABATA
Título
original: Nemureru bijo, 1961
Editorial
Emece, 2013
Este libro se compone de tres narraciones breves: la
primera da título al libro, la segunda se titula Un Brazo, y la tercera, Sobre
pájaros y animales. Todas ellas representan una reflexión sobre el erotismo
y la soledad, Eros y Thanathos.
El segundo relato, Un
brazo, es una brevísima narración de carácter surrealista, en la que un
hombre acepta por una noche llevarse el brazo de una joven amiga. La presencia
de ese brazo femenino altera la imaginación y las sensaciones del hombre, que
finalmente acaba por desear que ese brazo sustituya al suyo.
El tercer relato, también breve, Sobre pájaros y animales, se explaya con un personaje que prefiere la
presencia de los animales a la humana. Este personaje podría trasplantarse a
cualquier otro país: existen personas así, solitarios que rehúyen a los humanos
por temor a sentirse agredidos o dañados, por temor a implicarse demasiado en
ellos, y confían mucho más en los animales con los que conviven, a los que
cuidan y de los que reciben a veces miradas que suponen de cariño y
agradecimiento.
El primer relato es el más largo y el más interesante, por
la originalidad y lo llamativo de su planteamiento: La casa de las bellas durmientes aborda temas como la muerte, la
vejez, la belleza, el sexo, la nostalgia de la juventud perdida y el paso del
tiempo. Los clientes de esta “posada” tan especial, una casa
secreta gobernada por una mujer ordinaria de mediana edad. El protagonista, Eguchi,
de sesenta y siete años, pasa varias noches junto a los cuerpos de jóvenes
vírgenes narcotizadas. A la vez que admira el esplendor de sus cuerpos dormidos,
deja volar su imaginación, entre la realidad y el deseo, la vigilia y el sueño;
da rienda suelta a su sensualidad, aún no del todo senil; pasa revista a las
relaciones que ha mantenido con las mujeres:
madre, esposa, hijas, amantes, …
y a la vez se imagina transgrediendo la normas del local, a saber: no mantener
relaciones sexuales con éstas, no despertarlas y no estar más de un día con la
misma mujer, todas siempre dormidas al estar fuertemente narcotizadas por la
dueña del local.
Esta obra es una de las más sensuales del autor,
describiendo el cuerpo de las jóvenes al detalle y con cierto morbo. Como
siempre en Kawabata, la naturaleza está presente: el ruido del viento, la
lluvia, el mar, la enumeración de plantas, flores y árboles; simbolizando el
amor, la soledad y la muerte. Estas
deliciosas jóvenes parecen insuflar parte de su juventud a los ancianos que
comparten sueño con ellas, aspirando su fragancia y sintiendo el calor de sus
suaves e indolentes cuerpos, ajenos a la fealdad y la vejez de los clientes,
que se sienten menos cohibidos a mostrar su desnudez por el profundo sueño en
que las jóvenes están sumidas. Los clientes se sienten rejuvenecer pasando una
noche junto a ellas, alejando de sí por momentos el espectro de la cercana
muerte. Y más que sexualidad, lo que despiertan en Eguchi son sus sentidos, la
sensualidad de pequeños detalles como un pliegue de la piel, el olor de una
cabellera o el brillo de los labios entreabiertos, la posición de su cuerpo dormido, las delicadas formas de sus manos o pies,
la curvatura de una cadera o la redondez de un pecho. Estas imágenes encienden
sus recuerdos de nostalgia y liberan ocultas fantasías. Igualmente despiertan
ciertos deseos transgresores, incluso violentos, que son finalmente aplacados
por el sueño.
Si buscamos en la mitología clásica griega, encontramos mitos
como el de Eros y Psique o el de Endimión y Selene, que tienen una cierta
semejanza, al menos en su idea central, la de una relación sensual durante el
sueño. No sé si en las leyendas japonesas hay alguna que se
parezca a éstas, pero lo cierto es que la historia es muy bella y sugerente,
aunque no carece de un lado fuertemente dramático.
Yasunari Kawabata (Osaka, 1899- ibíd.., 1972) Huérfano a los tres años, insomne
perpetuo, cineasta en su juventud, lector voraz tanto de los clásicos como de
las vanguardias europeas, fue un solitario empedernido. Escribió más de doce
mil páginas de novelas, cuentos y artículos, y es uno de los escritores
japoneses más populares dentro y fuera de su país. Mantuvo una profunda amistad
con el escritor Yukio Mishima, del que fue su mentor y difusor. Recibió el
Premio Nobel de Literatura en el año 1968. Entre sus obras, muchas de ellas
marcadas por la soledad y el erotismo, destacan La bailarina de Izu, El
maestro de Go, Lo bello y lo triste (Emecé, 2001), Mil
grullas (Emecé, 2005), País de nieve (Emecé,
2007), El rumor de la montaña (Emecé, 2007) e Historias
de la palma de la mano (Emecé, 2008). Kawabata se suicidó a los
setenta y dos años.
Fuensanta Niñirola
Septiembre 2015