HENNING MANKELL
TUSQUETS EDITORES, 2001
ISBN 9788483101599
312 págs.
Esta es la primera novela de la serie cuyo protagonista es
el policía sueco Kurt Wallader. En ella
se desarrollan dos importantes casos a resolver, dos asesinatos que directa o
indirectamente se sospecha que tienen que ver con extranjeros, refugiados o no.
Los dos casos, aunque no tienen nada que ver el uno con el otro, sí tienen un
telón de fondo común: la situación de los extranjeros residentes en Suecia.
Dos ancianos granjeros de vida sencilla en una granja algo
alejada sufren una gravísima y cruel agresión con resultado letal. El móvil no está claro porque no parece que
les hayan robado y son gente que no parece tener enemigos. Las pistas llevan a
un callejón sin salida y el caso tarda en encontrar resolución. Mientras tanto,
interfiere un caso con mucha más prioridad, según las autoridades. El brutal
asesinato de un refugiado somalí y el atentado contra un campo de refugiados
dispara las alarmas y Wallader se ve obligado a abandonar en una vía muerta sus
investigaciones sobre la pareja de granjeros, para volcarse de lleno con su
equipo en la resolución de este nuevo caso.
La actividad policial del protagonista se ve muchas veces
interrumpida o salpicada por asuntos privados, por otra parte muy cotidianos,
da igual que sea sueco como español o francés. Un padre en los comienzos de la
senilidad, que le abruma con continuas llamadas y conflictos; una esposa que se
ha divorciado de él, harta de compartirle con el Cuerpo de Policía; una hija en
plena fase de rebeldía, que no quiere saber nada de él, aunque a veces aparece
repentinamente...y los problemas domésticos de un hombre solo, necesitado de
apoyo moral, que sólo recibirá de algunos de sus compañeros policías.
Con ello, Mankell, además de entrelazar dos
investigaciones y mucha acción, introduce dos factores humanos: uno, el
recordatorio de que un policía es un hombre con los mismos problemas y
necesidades que los demás; y luego, el de los refugiados, gente que huye de
países en guerra o bajo regímenes totalitarios, y que son acogidos formalmente
pero tampoco son aceptados por la población, siendo objeto de sospecha y
pagando, generalmente, justos por pecadores.
Mankell, por medio de su protagonista plantea el telón de
fondo del tema de los límites de la acogida de refugiados y los medios que se
ponen a disposición de la población para darles una mínima dignidad, mostrando
cómo las autoridades e instituciones de su país ( aunque podríamos generalizar
en muchos casos) presentan una fachada de humanitarismo en su aceptación casi
ilimitada de refugiados, mientras que la práctica diaria viene a corroborar la
ausencia de medios para que su estancia sea soportable y las condiciones de
vida reales no se asemejen a un campo de concentración. Y toda la novela está
ambientada en 1990. Los años han pasado pero los gobiernos parecen no haber
progresado demasiado en cuanto a su actitud ante este grave problema, que se
suma al problema inmigratorio.
Así, Wallader es un policía muy cercano al lector, con
problemas muy semejantes, y a la vez, los casos que investiga tampoco son
completamente ajenos, aunque sucedan en Suecia.
La novela se lee muy bien, quizás el lector español se
confunda un poco con los nombres y apellidos suecos, pero por lo demás, es ágil
y amena, muy bien estructurada y verosímil.
Henning Mankell (Estocolmo, Suecia, 1948-Gotemburgo,
5 de octubre de 2015) novelista y dramaturgo sueco, reconocido internacionalmente
por su serie de doce novelas negras sobre el inspector Kurt Wallander.
Fuensanta Niñirola