JAVIER GONZÁLEZ
Ed. B, 2016
Este es el primer volumen de una trilogía que gira
alrededor de las aventuras de Gayarre, el personaje central. La segunda entrega
sería “La ciudad perdida”, aún en proceso de escritura, y la última “Un día de gloria”, ya publicada
en 2001.
En esta nueva novela de Javier González, viviremos unas
aventuras muy peculiares. Sin recurrir al salto en el tiempo, tan grato al
autor, en esta ocasión viajamos directamente al Renacimiento tardío, finales
del siglo XVI, en plena efervescencia de la Reforma y la reacción católica
romana. Se parte del descubrimiento casual de unas catacumbas paleocristianas,
la llamadas Catacumbas Priscila, justamente bajo la llamada Vía Salaria, en
cuyo interior, a lo largo de 13 km. fueron enterrados muchos mártires de Roma,
tumbas de familia, galerías y sepulcros en lóculos tallados en las paredes,
etc. Este hecho, que asombró a los representantes eclesiásticos y al vigente
Papa, Gregorio XIII, generó todo un movimiento para popularizar el hallazgo y
usar a los mártires como filón
propagandístico religioso.
Pues bien, basándose en estos sucesos, Javier González
hilvana una historia de aventuras, en la
que coloca a unos personajes a los que dota de vida propia y además, retoma un
par de personajes de un anterior libro, “Un
día de gloria”, que desarrolla su acción en la turbulenta Europa y el norte de
África del siglo XVI. Sean O´Leary, patriota irlandés perseguido por la reina
Isabel I, es reclutado por Felipe II para
cartografiar las costas de Inglaterra. Este libro cerraría, como hemos dicho,
la trilogía.
“El viaje de los cuerpos celestes” se estructura en dos
niveles temporales (finales del XVI y principios XVII) y de acción: en uno,
situado en 1619, Gayarre, un anciano fraile del Monasterio de Leyre, (Navarra) es
encargado de tutelar a un novicio murciano, recién llegado de Bullas. Las
relaciones que se establecen entre el monje con el novicio son casi de abuelo a
nieto. Gayarre cuenta una parte de su vida al novicio, a condición de que este
la ponga por escrito, ya que hizo años atrás una solemne promesa que aun no ha
podido cumplir y siente que la Muerte le ronda.
Así, el novicio murciano va escribiendo e ilustrando con
preciosos dibujos la historia que le relata Gayarre, tan jugosa que le tiene
embelesado. Ese texto escrito compone el
otro nivel, que empieza en la primavera de 1578, con el descubrimiento de las
catacumbas antes citadas, pero va saltando en el tiempo y alternándose con la
historia personal del fraile Gayarre, que antes de fraile, fue cocinero, y
luego soldado; el novicio murciano le
bombardea a preguntas sobre su vida anterior, que va contestando a la vez que
habla de la historia de las catacumbas.
De este modo, la historia personal de Gayarre resulta muy
interesante: cómo conoce al capitán Moncada, cómo su pericia gastronómica le une a los Tercios, donde va subiendo de
importancia, y la posterior relación con la operación “Cuerpos Celestes”. Todo ello, trufado de explicaciones
gastronómicas e incluso, recetas para cocinar unos exquisitos platos.
Hay acción por doquier: la toma de Maastricht, la cacería
del Rey Felipe II, las intrigas del Cardenal Granvela, la aventura que les
lleva de Roma hasta Alemania cargando esqueletos de supuestos mártires y los
peligros que les acechan constantemente, la tropa de cómicos teatrales que les ayuda,
y su director Carlo, etc.
Encontrará el lector personajes curiosos y muy especiales, como las
monjas Wenke von Weizsäker y su joven acompañante, la hermana Gesine, el dottore Boldetti, que dirige las
investigaciones de las catacumbas; por otra parte, los personajes de Moncada y
de Chalbaud, el espía de Granvela; el inquietante Jhoannes Jhaeger y sus
inventos demoníacos; el perfumado Hendrick Brouwer y sus dobleces; los guardias
suizos hermanos Pfyffer; el viejo nevero Azcárate, …en suma, todo un plantel de
caracteres y de historias que se van agregando, proporcionando color ¡y sabor!
a toda la novela, cuyo ritmo se mantiene alternativo, con momentos más tensos y
momentos calmos, a lo largo de toda la narración y con la inclusión de una
sorpresa final, un rizado del rizo, o una vuelta de tuerca, como se quiera,
pero que sorprende al lector y explica algunas dudas o posibles preguntas que éste
se pueda hacer.
En suma, una novela entretenida, con interés, bien contada
y que deja un buen sabor de boca, remitiendo a la lectura de “Un día de Gloria”,
donde el lector podrá saber más de algunos de los personajes centrales.
Javier González
Rodríguez (Madrid, 1958), escritor, publicista y abogado
español. Estudió derecho en la Universidad Complutense de Madrid y ejerció la
abogacía hasta el año 1986. A partir e ese momento deriva sus pasos hacia el
sector publicitario, donde continúa en la actualidad como director general de
una agencia de publicidad. Su producción literaria en la novela comienza en
2001, con “Un día de Gloria”.
Fuensanta Niñirola
2016